Juan Román Riquelme rompió el silencio. Desde Paraguay, donde participó del Torneo de Leyendas organizado por FIFA, el presidente de Boca Juniors habló en un momento caliente para el club, marcado por silbidos y críticas.
Riquelme busca calmar las aguas y reencauzar el vínculo con la gente en plena etapa definitoria del torneo. En paralelo, también se refirió a la situación física de Edinson Cavani, que fue exigido en Boca Predio y mostró evolución favorable tras la lesión sufrida hace 25 días. “Edi está feliz… creemos que ya está entrenando, lo queremos tener dentro de la cancha. Es una maravilla verlo defender la camiseta de nuestro club, lo disfrutamos al máximo, veremos si el lunes lo podemos tener”, expresó con entusiasmo.
“A la gente de Boca le digo que vamos a estar bien, que los quiero mucho y que no se dejen llenar la cabeza”, declaró el ídolo xeneize ante los medios presentes.
La frase llega tras el duro cruce del último sábado en La Bombonera, donde el público se expresó con bronca durante el empate ante Lanús. Por primera vez, los cánticos apuntaron directamente a la dirigencia: “La comisión, la comisión, se va a la p… que lo parió”, bajó desde las tribunas.
El presente de Boca y de su presidente también está marcado por decisiones fuertes fuera del campo. Hace pocos días se conoció que Riquelme llamó a Carlos Bianchi para ofrecerle el cargo de entrenador. Aunque la respuesta fue negativa, el gesto demostró la búsqueda de una figura de peso para relanzar el proyecto futbolístico.
Además, en su papel institucional, Román también ha tomado protagonismo en otras situaciones internas. “Lo haría todos los días”, afirmó tras intervenir personalmente en un incidente con hinchas y jugadores. Su rol, muchas veces, excede los límites del escritorio.