Felipe Ramos Rizo, uno de los rostros más reconocidos en la crónica arbitral de ESPN, le dice adiós a la televisión tras dos décadas de análisis y comentarios para asumir un nuevo desafío: será el director de la Comisión de Árbitros de Guatemala.
La noticia fue confirmada por el propio exsilbante durante su participación en el programa Futbol Picante, donde con emoción y nostalgia anunció su salida definitiva de la cadena deportiva.
«Me gustó mucho la propuesta y llegamos a un acuerdo. Ya el día 30 tengo que estar en Guatemala para ponerme a trabajar», expresó en la transmisión del jueves por la noche.
Ramos Rizo, con una sólida trayectoria en el arbitraje internacional, se mostró entusiasmado por lo que viene. “Me va a tener muy entretenido. Tengo un compromiso con el presidente de la federación”, explicó, al detallar que ya cuenta con una planificación detallada para la pretemporada arbitral, la cual implementará desde su llegada al país centroamericano.
Su nombramiento ocurre en un momento clave para el fútbol guatemalteco, que busca fortalecer sus estructuras arbitrales y elevar el nivel de sus competencias locales.
Ramos Rizo aseguró que su visión va más allá de los partidos: pretende trabajar de forma integral con los árbitros desde la formación hasta el alto rendimiento. “En una plática de tres horas hablamos de la liga, el arbitraje, la selección… ya tengo todo listo para comenzar”, agregó.
Felipe Ramos Rizo
La carrera de Felipe Ramos Rizo no necesita mucha presentación.
Su punto más alto llegó en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, donde hizo historia al convertirse en el primer árbitro de Concacaf en dirigir una final olímpica.
Además, participó en tres encuentros de la Copa Mundial Corea-Japón 2002, incluido el recordado duelo entre Inglaterra y Brasil en cuartos de final.
Dentro de su amplio currículum también figuran siete finales de Liga MX, dos ediciones de la Copa Oro, la Copa del Caribe 1998, la Copa del Mundo Sub-20 en Nigeria (1999), y dos torneos de la extinta Copa Uncaf.
Con su salida, ESPN despide a uno de sus analistas más emblemáticos y la mesa más influyente del arbitraje pierde a una de sus voces más autorizadas.
Guatemala, por su parte, gana a un referente con experiencia mundialista que ahora buscará transformar el arbitraje nacional desde adentro.