En este 7 de junio, Día del Periodista, a modo de homenaje a quienes ejercen esta profesión-oficio, consultamos a cuatro colegas de nuestra ciudad, en representación de los periodistas de Gualeguaychú.
En este caso quienes vienen ejerciendo la labor desde hace muchos años, con sobrada trayectoria, respeto, compromiso y dedicación, con el objetivo de conocer vivencias, anécdotas, desempeño, etc, y además conocer el trabajo de un periodista en un diario, radio y televisión.
Los periodistas elegidos en esta ocasión fueron Eduardo Gurovici, actual director de Radio LT 41 «La Voz del Sur Entrerriano»; Estela Gigena, actual Directora de Radio Nacional Gualeguaychú y con una vasta experiencia en radio, televisión; Rubén Skubij, editor independiente de revistas, actual conductor de «Amanece Entre Ríos» por LT 41 y «Punto de Encuentro», por Somos Gualeguaychú y de larga trayectoria en medios gráficos como Diario El Dia; y Fabián Magnotta, periodista y escritor, actual Director de Radio Máxima y que cuenta con una trayectoria en diario El Argentino y en televisión, entre otros medios.
Para todos las mismas preguntas y sus respuestas:
1) Por qué y a qué edad pensaste en ser periodista y cuáles fueron tus primeras experiencias..
2) Contanos tu trayectoria y si hay algún recuerdo, historia, anécdota que recuerdes con cariño…
3) ¿Cuál crees que es la mayor diferencia del periodismo en general en el país, de hace 20 o más años atrás con lo actual?
4) ¿Cómo estamos en el periodismo en Entre Ríos y en Gualeguaychú? ¿Se puede comparar con el resto del país, con Buenos Aires o grandes centros urbanos?
5) ¿Qué le aconsejarías a alguien que quiere ser periodista?
Eduardo Gurovici: «Comunicarle a la gente cosas, lo que está pasando y que la gente esté a la expectativa, es maravilloso».
1) Tuve la suerte de criarme al lado de una radio como fue la vieja LT 2, es decir transité una radio antes que la escuela primaria. Además, la suerte de estar al lado de una persona, que por supuesto era mi viejo, hombre de radio, concretamente, y gráfica. Pero también tuve la suerte de criarme al lado de un hombre como Alberto Gollán, que figura en el libro de la televisión, junto a Pedro Simoncini y Goar Mestre que también tuve la suerte de conocerlo siendo muy chico.
Me crié en un ambiente muy cerrado por aquellos años, muy selecto, donde los pocos ejemplos que habían eran Bernardo Neustadt, Mariano Grondona, Paloma Efrón, que eran de alguna manera los maestros de aquellos años en un gobierno o en gobiernos dictatoriales, donde se tornaba sumamente difícil expresar lo que uno realmente sentía. Yo por esa época lo veía de lejos.
Fui partícipe también de los cambios. Criado en el ambiente, mezclado entre los pantalones de mi viejo, recuerdo que un día se le hizo una despedida a otro grande de la televisión como fue don Guillermo Estraza, porque dejaba el grupo Televisión Litoral y había decidido crear una televisión por cable. Él comentaba que se instalaban sendas antenas parabólicas que captaban algunos canales que estaban por aquel momento libres en el satélite y se bajaban a una plataforma, que en ese momento se llamaba de otra manera, y ahí se le distribuían varios canales a los vecinos a través de un cable. Y alguien preguntó, don Guillermo, ¿cuál es el rédito? bueno, a cada persona que se adhiera se le va a cobrar una cuota mensual y por lo bajo, quien decía: este viejo está loco, ¿quién va a pagar para ver televisión? y realmente empezaba el cambio comunicacional.
Un cambio que incluso también vino de la mano del querido y desaparecido Jesús Quinteros, que impuso una forma de entrevistar y se destacó con eso hasta por el nombre, aquel famoso programa El Perro Verde.
Pero claro, eran otras épocas, por eso no es fácil hablar de trayectoria. La trayectoria es la que te va dando la vida, paralelamente con la gente o con la audiencia en este caso. Por eso las primeras experiencias periodísticas creo que son para el olvido porque uno recién empezaba cargado de inseguridades y de miedos a hacer el ridículo o el papelón en este caso. Cosa que ninguno estamos exentos.
Hasta que empezamos a darnos cuenta que el poder comunicarle a la gente cosas, lo que están pasando y que la gente esté a la expectativa de lo que vos le vas a contar, es maravilloso.
2) Mi primera experiencia en radio fue hacer la radio. Allá por 1983, cuando me encomendaron la construcción de una emisora, que fue una de las primeras LRH, en este caso era la 253 Radio Cataratas del Iguazú, que tuve el beneplácito de poder ponerla al aire un 29 de noviembre de 1985 con la compañía en aquel momento del expresidente Raúl Alfonsín. De todas maneras no valoro tanto esa experiencia porque fue una cuestión de trabajo programada.
Y valoro en verdad, creo, lo más sencillo, lo cotidiano, el contacto con el vecino, el famoso feedback, ida y vuelta, concretamente con la gente, la participación de la gente. Y valoro mucho más el poder consolar a lo mejor a una madre que le mataron un hijo y que busca amparo en el medio de comunicación o en la radio para encontrar resignación, nada más que por el hecho de que el caso se haya contado públicamente, aunque no haya tenido un final feliz.
Anécdotas hay miles, miles de anécdotas, que incluso muchas pueden ser risueñas, otras emotivas que han quedado en el olvido, pero uno no olvida nunca las anécdotas en rondas de colegas, hablar con alguien que ya no está entre nosotros como Luis Panelo o Enrique Benvenaste, era maravilloso, porque cada uno se nutría del otro, aunque después no lo reflejaras al aire. Y eso queda en el recuerdo grabado a fuego. Y otras cosas que son superfluas uno las olvida, creo que naturalmente, porque sin duda no deben haber sido tan importantes.
Debo destacar que haber conocido a Monica Cahen D´anvers, César Masseti, a Roberto Maidana, a Tico Rodríguez Paz y haberle estrechado la mano a Carlos Monzón. También haber podido conocer La Voz de las Américas en la ciudad de Whassington y estar en el lugar donde Marconi realizó la primera transmisión de radio en Puerto Vennera y haber liderado que obtuvo un Martín Fierro, forman parte de los recuerdos más bonitos en mi carrera.
3) Cuando vos me preguntan la diferencia de la actualidad a la de hace más de 20 años, primero hay que agradecer la pregunta, porque quienes hemos vivido aquellas épocas, ya te lo explicaba anteriormente, teníamos dos o tres modelos a seguir de maestría y parece que eso era sagrado, hoy hay mil posibilidades de comunicar de hacer periodismo con esto de las plataformas que a mi edad poco la entendemos y poco también nos interesa, es una forma tan diferente de comunicar que creo los de mi generación les costaría tremendamente insertarse dentro de estas plataformas virtuales.
4) Cómo estamos con el periodismo en Entre Ríos, yo no tengo la respuesta. Cada uno sabe concretamente qué posibilidades tiene para moverse. En el caso de Gualeguaychú, creo que se ha involucionado en materia comunicacional. Por los años 90 teníamos dos canales de televisión por cable y los dos tenían programación propia. Hoy no hay ninguno. Pensábamos que la nueva ley de medios iba a cambiar la posibilidad por lo menos televisiva en la comunicación y sin embargo todo está como era entonces salvando las distancias con la instalación de la famosa TDA en muchas localidades, como la nuestra, ha hecho que las personas que no puedan acceder al costo que tiene la televisión hoy (al costo que hay que afrontar para poder ver) tengan la posibilidad gratuita de ver 10 o 12 canales en la televisión digital abierta.
Y siempre hay que tener en cuenta que la posibilidad de hacer televisión o radio en las comunidades mayormente demográficas es mucho más fácil o mucho más sencillo.
Y cuando hablo de involución, yo quiero dejar en claro que posiblemente no se ha involucionado en materia periodística, se ha involucionado en materia comunicacional. Más allá que creo que la tendencia de la televisión de aire y la radio de aire tiende a la desaparición, en primer lugar por la aparición de las plataformas virtuales a través de internet. Es decir, hoy vía YouTube ves la mayoría de los canales de televisión sin tener necesidad de tener TV por cable. Y los costos en la energía para el mantenimiento de los equipos hace que esa tendencia prevalezca en las plataformas virtuales.
En cuanto a lo que me preguntás de la diferencia con Buenos Aires, la diferencia es abismal. Son dos países diferentes en materia comunicacional. Más allá que los canales de televisión de aire que existen son exactamente los mismos que cuando éramos chicos. En tanto los canales del interior, con lo que tienen y como pueden, llevan adelante una programación local de breve duración para transformarse después en repetidoras de canales de Buenos Aires donde por supuesto viven y palpitan 5, 6, 7 millones de habitantes todos los días.
5) En cuanto a consejos para aquellos que han tomado la decisión de ser periodistas no los tengo. Solamente transmitirle lo que me pasó a mí y le ha pasado a tantos, que es golpear puertas, insistir, hacer otra cosa para la subsistencia en el mientras tanto y lograr poder llegar. Poder llegar. Tenemos un ejemplo claro desde hace mucho tiempo en Gualeguaychú, cuando se hizo un curso en la carrera de periodismo deportivo y uno se pregunta qué están haciendo hoy esos muchachos y esas chicas.
Un colega que ya no está me decía que hablar de periodismo tiene que estar acompañado de la impronta del humo, del vino y de la cerveza. A mí me han abandonado varios: mi viejo, Alberto Gollán, Goar Mestre, Pedro Simoncini, Luis Panelo, el Quique Benvenaste y la última que me dejó, que fue la más crítica que conocí en todos mis años y la mejor periodista que he conocido, mi hija Mariana. Fue la más crítica que yo he conocido, la mejor periodista que conocí, y que era no solamente mi sombra, mi crítica, mi cómplice, fue mi hija Mariana.
Gigena: «Me encanta el contacto con la gente, charlar, ponerles el micrófono y escuchar lo que tienen para decir»
1) Desde chica, desde chiquita amé la radio, es decir, periodista de radio, es lo que después derivó y la vida me llevó al periodismo escrito, pero en principio me atrapaba la radio, me encantaba la comunicación. Me encantaba escuchar los reportajes, por mis padres la radio era protagonista en mi casa, se escuchaba todo el día. Incluso, aún después que salió la televisión color y demás, la radio siempre estaba prendida en mi casa y escuchábamos muchas, hasta que se abrió LT 41, sobre todo las radios de Rosario porque mi viejo era rosarino y toda su familia estaba allá y un poco él quería estar cerca de todo eso o escuchábamos radios de Buenos Aires, hasta la LT local. Te estoy hablando de la década del 70.
2) De mis primeras experiencias, fue en LT 41, donde aprendí como se aprende en el interior, haciendo de todo, participando en todo tipo de programas, uno sin haber estudiado aún, aprende a hacer de todo porque no hay roles tan definidos, entonces uno podía hacer un programa folclórico, leer noticias, hacer radioservicio, hacer un reportaje y creo que eso nos da un poco una amplitud de movimiento que después cuando uno se forma lo pone en práctica y es una fórmula perfecta.
Empecé en la LT y en la Difusora Greco porque me encantaba la locución, luego se me abrió un abanico bastante importante, porque tuve la posibilidad de trabajar también en Paraná, en varias radios y acá en Gualeguaychú. Lo más importante creo de lo que me dio mucha experiencia fue la calle y me enseñó muchísimo. Si hay algo que me encanta es el contacto con la gente, es charlar con la gente, es ponerle el micrófono a la gente, me encanta escuchar lo que tienen para decir, las opiniones, las sugerencias, todo, todo lo bueno y todo lo malo, escuchar a la gente por sobre todas las cosas, y hacer el puente entre la gente y quienes deciden o quienes solucionan o resuelven las cuestiones.
Y también otra cosa, que es una premisa, es escuchar las dos campanas, lo que dice uno y lo que dice el otro, cuando las opiniones son antagónicas.
Anécdotas tengo miles, no sé, creo que de las más trascendentes fueron las coberturas en la 14 cuando era la ruta de la muerte, estar todos los días. Recuerdo la muerte de Gilda, haber hecho la cobertura, la única periodista que había en el lugar y de hecho fuimos los únicos y creo eso me marcó por la trascendencia nacional, ¿no? De haber estado en un hecho que fue increíblemente duro y trágico. Y también porque luego esa persona se convirtió como en una celebridad.
También me atrapó el periodismo escrito, si bien siempre me gustó escribir, porque lo hago desde que era chica, mucha prosa y mucho poema que las guardé toda la vida y cuando tuve la posibilidad de escribir siempre me gustó la lengua, siempre defendí nuestro idioma, me considero muy fanática de nuestra lengua y la defiendo a rajatabla. Por eso el periodismo escrito me terminó de completar periodísticamente, la investigación periodística me apasiona y tener la satisfacción que tuvimos con Verónica Toller de recibir un premio por lo que escribimos y como lo hicimos, hace varios años con el premio Don Quijote de Periodismo en España.
3) En Entre Ríos y en Gualeguaychú creo que ha habido un cambio ya desde hace muchos años, pero no solamente en Entre Ríos en nuestra ciudad, hay una suerte, por lo que noto, de una marcada virulencia, como una violencia, una necesidad del periodismo de ser noticia, no ya por los contenidos y la noticia en profundidad, sino por la noticia impacto. Está muy descuidado el lenguaje, tanto oral, televisivo, radial, como escrito. Se han descuidado las formas, como que todo está permitido y creo que todo el periodismo refleja la politización de la realidad, de todo, de cada hecho, aún la más pequeña. Y hay mucha militancia en el periodismo en todos los niveles.
4) Es muy distinto el periodismo con el cual yo empecé hace 30, 40 años, al que hoy se ve, al que hoy se consume, salvo obviamente que hay excepciones y que son muchas, pero lo común, me da la sensación como que lo común es ese periodismo de impacto.
5) ¿Qué aconsejaría? Que crea en sí mismo, que no hay barreras, querer ser periodista es algo que uno lo siente y creer en lo que uno hace, por eso hay que animarse, no hay que tener miedo, hay que ir al frente, pero por sobre todas las cosas hay que investigar Hay que chequear, por sobre todas las cosas hay que chequear y hay que ser fiel a las propias convicciones, porque uno cuando escribe una nota, cuando habla en la radio, cuando desarrolla el periodismo, en el medio que sea, está formando opinión y las opiniones deben formarse desde hechos reales, no sobre hechos ficticios ni de conveniencia de nadie. Por sobre todo las cosas, la honestidad. La honestidad intelectual creo que es fundamental para la práctica del periodismo.
Skubij: «Ser periodista es una pasión»
1) Recuerdo que estaba en el jardín de infantes «Arco Iris» de Basavilbaso y ya hacía mis primeras armas de periodista porque vivía preguntando, según le contaba la maestra jardinera a mi mamá. Estando ya en primer grado, tuve a mi amada maestra hasta tercer grado, Mari Aladio, quien siempre me preguntaba ‘Rubencito qué vas a hacer cuando seas grande’ y yo siempre: «quiero ser periodista». Son esos típicos momentos que nos preguntaban a todos, uno contestaba que quería ser maestro, otro abogado, maestra jardinera la mayoría de las mujeres. Y yo siempre firme: periodista. Tenía 6, 7 años, así que desde toda la vida que quise ser periodista.
Es una pasión, una pasión, sin dudas una pasión que no tiene comparación. Primero empecé a trabajar a los 15 años cuando recién inauguraba FM Riel en Basavilbaso. Formé parte de un programa con una profesora de danza que es oriunda de Gualeguaychú, Adriana De la Cruz de Zabal. «Con ton y son» se llamaba, era una hora semanal, educativo, cultural y de reflexión. Esa fue mi primera labor. Cuando estaba estudiando la carrera en Rosario, en algunas oportunidades, dentro de las posibilidades que tenía, económicas y contacto físico, porque de Gualeguaychú a Basavilbaso era lejos por ese entonces, no había tanta disponibilidad, pero me acercaba cuando podía a Radio Nacional, que eran los primeros años. Esas fueron mis primeros pasos, siendo estudiante.
2) Me recibí en el 89 y en el 90, el 31 de enero, me acuerdo, empecé a trabajar en diario El Día. El doctor Lapalma me convocó el día 30, me quería conocer, empezó a preguntar sobre mis deseos periodísticos, me mostró el diario. Recuerdo ver las máquinas Remington, Olivetti; el diario tenía las primeras computadoras. Era toda una irrupción de la tecnología para esa época, pero los periodistas teníamos que manejarnos con las máquinas de escribir.
Yo era dactilógrafo porque hice dos años de esa carrera en Basabilvaso, preparándome para los estudios en Rosario.
Estuve 24 años y medio en el diario. Antes de los 25 decidí irme para seguir en el periodismo pero de otra manera. Necesitaba y quería trabajar en otros formatos.
En todos esos años, también, trabajé nueve meses en Radio Nacional, contratado, después estuve en LT 41 en el programa de la mañana, junto a Eduardo Gurovici que me había invitado. También unos meses de suplencia en el informativo Panorama, en Canal 2 que estaba en Maipú y San Martín, reemplazando al recordado Alberto Dorati, Eduardo Vuoto y Alba Giacopuzzi.
Pero lo mío siempre fue lo gráfico y cuando estaba analizando dejar el diario surgió Semanario con Sebastián Carbone que me invita a armar una revista mensual y con entrega gratuita, toda una novedad en esos momentos. Continúa hasta ahora y esperada siempre por muchos lectores.
Después de los dos años aparece Destino Gualeguaychú dedicada al turismo. Esta revista me gusta mucho también llevarla a cabo porque apunta a mostrar el potencial de la ciudad, Pueblo Belgrano y toda la Microrregión.
Desde hace cuatro años, y por el impulso de mi amigo Celso Bell, con quien habíamos hecho cuatro meses un programa de la Asociación Entrerriana de Televisión, iniciamos Punto de Encuentro por la pantalla de Somos Entre Ríos.
Luego me convocaron para hacer el programa agropecuario «La Matera», me gusta, me encanta, donde estoy desde hace 3 años con un gran equipo junto de colegas. Está atado a mi desarrollo laboral, también la parte de marketing, de lo que es la Expo Rural que se realiza cada año.
3) Anécdotas hay un montón de las lindas, de las tristes y de muchas otras. Recuerdo cuando ingresé a El Dia, esa época éramos pocos periodistas en la ciudad. Había cinco o seis medios; era habitual ir a cubrir los accidentes en la ruta 14, la llamada ´Ruta de la muerte´ por lo que recuerdo tragedias de todo tipo, como el colectivo que se cayó cerca de Gualeguaychú y se ahogaron varias personas.
O la situación que vivió el país con los problemas militares en el gobierno de Menem donde estuvo a punto de volarse el puente Méndez Casariego. En ese momento Tirso Fiorotto estaba a cargo de la redacción y terminamos a las 7 de la mañana imprimiendo el diario. Cuando salimos estaban todos los canillitas enojados porque estuvimos toda la noche y la madrugada dando vuelta por la ciudad esperando alguna situación trágica.
Gracias a Dios gracias el puente se salvó pero si parte de uno en la ruta nacional.
Y de las lindas, bueno, los suplementos que logramos instaurar en el diario donde nos quedábamos todas las madrugadas con Fabián Báez, mi compañero de toda la vida en la parte de diseño, con Beto Chinelatto, que estaba en la sección administrativa. Terminábamos 5 o 6 de la mañana. El diario salía en blanco y negro, estoy hablando de 93, 94, y con los suplementos del Centro de Defensa Comercial, que se hacían las fiestas gigantescas en los galpones del puerto.
Cuando teníamos que cubrir el carnaval; primero todo cómodo porque íbamos a 25 de Mayo, Urquiza, Primera Junta y Rocamora, luego había que ir y venir varias veces hasta el Corsódromo recién inaugurado. No había tanta tecnología, debíamos ir muchas veces, a veces porque no salían las fotos, teníamos que volver corriendo porque los remises escaseaban y eran muy caros, Madrugadas del diario y amanecer con distintas historias de las lindas, una época imborrable.
4) Lo que pasaba 20 años atrás… obviamente la tecnología ha cambiado mucho, avanzado también en el buen sentido. ¿Qué podemos decir de la tecnología? Que a los periodistas nos ha beneficiado en un montón de cosas. Pero bueno, también ha logrado que el propio ciudadano se convierta muchas veces en periodista, sin querer serlo.
Hace 20, 25, 30 estaba solo el teléfono fijo, no existía el celular, teníamos la máquina de escribir, usábamos el grabador y por ahí las nuevas generaciones no saben que nosotros usábamos los grabadores de cinta que a veces se trababan o no entendíamos qué quería decir el entrevistado/a.
En el diario siempre tuvo en cuenta lo de publicar las dos opiniones de lo que sea, esa era la orden que teníamos de Chichito Lapalma y Gustavo Carbone, en esa época era el subdirector, después fue director. Hacíamos grandes notas, cubríamos debates y muchas veces volvíamos corriendo a las 9, 10 de la noche para desgrabar, aunque sea para hacer un avance.
Lo de la Asamblea Ambiental, fue un aprendizaje diario, diferente. Proceso que se inició en el 2003. Cubrir el corte, las asambleas semanales en el corte o el Teatro. En muchas oportunidades ir varias veces en el día cuando se producían situaciones diversas. Las marchas al puente, notas, fotos. Fue un período de gran crecimiento y que no voy a olvidar nunca todo ese proceso y la lucha ambiental de Gualeguaychú que pegó en el mundo. Cambiaron muchas cosas gracias a la comunidad, porque lo que se vivió y lo que se vivía periodísticamente junto a los colegas que hablaban con nosotros. No podían creer como una comunidad estaba movilizada y defendía la vida ambiental.
Creo que el periodismo en Entre Ríos, más allá del avance de la tecnología, se escucha más a la gente, hay un contacto con los distintos sectores. Hoy mirás una señal de cable de Buenos Aires y te das cuenta enseguida si piensan de una u otra manera. En el interior, eso lo defiendo, tratamos de escuchar todas las voces más allá de una ideología. Me parece que eso nos marca la diferencia.
5) Primero contarle la realidad de cómo es el periodismo hoy, que tal vez 5, 6, 7 años atrás era diferente, que el periodista no tiene que ser estrella, que se debe sentir satisfecho cuando consigue una buena nota, porque con sus preguntas logró que resalte la figura del entrevistado o de la entrevistada; no tenés que comerte eso de ser estrella, famoso, porque estás en la televisión o contás con un micrófono.
La confianza de la gente la lográs a través de los años, ser la misma persona más allá que pasen los años, de ser honorable, de respetar el off de récord. Por eso uno obtiene mucha información con las fuentes que uno consigue. Saber diferenciar con el paso de los años lo que es el ´pescado podrido´, cuando somos jóvenes en la vorágine de querer dar una noticia tenemos podemos salir sin chequear. Tener sumo cuidado en quién la brinda y qué persigue, sobre todo en materia política, sindical, empresarial, judicial o policial.
Eso aconsejaría y que debe tener vocación. Y segundo, no crea que se va a convertir en millonario. Es un trabajo que no tiene horario, te puede tocar un viernes como un domingo. Tenés que cubrir distintas situaciones en cualquier momento; uno es periodista las 24 horas. Eso también hay que saberlo siempre. Vos estás en la calle, me pasa a mí, yo ando en la calle y estoy caminando y pensando: ‘esto me puede servir para esta nota’, ‘esto me puede servir para mi investigación’. Eso es la vocación de un periodista»
Magnotta: «Creo que la gente debe valorar la importancia de los medios locales para plantear nuestros propios problemas»
1) Pensé en ser periodista desde chico, mi viejo escuchaba la radio y yo decía “yo un día quiero ser de esos que hablan ahí”. Y a la vez empecé a insinuar un camino. A los 12 años escribí una obra de títeres para la escuela, a los 15 hice un “libro” casero cuando Argentina salió campeón mundial juvenil de fútbol, en el secundario organicé una revista, y así…Escribía diarios personales, comentarios de fútbol y cuentos, siempre para mí. Hasta que entré a estudiar a La Plata. Nunca dudé de cuál era mi vocación y siempre se lo agradezco a Dios, como haber trabajado tantos años de lo que uno eligió ser.
2) Cuando terminé de cursar la carrera me vine a Gualeguaychú y trabajé tres años en el diario El Día, donde también cubría fútbol. De ahí pasé a El Argentino, donde estuve unos 15 años y aprendí mucho. Con el caso Yabrán fui al programa de Mirtha Legrand, “me descubrieron” en Buenos Aires e ingresé como corresponsal entrerriano de la agencia DYN, donde trabajé 20 años. En 2003 con Valentín Ibarra creamos Radio Máxima, que ahora cumple 22 años. Y al mismo tiempo, escribí cuatro libros. El último fue “El lugar perfecto”, una larga investigación sobre vuelos de la muerte en el delta entrerriano, que me llevó a hacer más de cien charlas en varios lugares del país y en Uruguay. Y bueno, también gané algunos premios que quedan como buenos recuerdos. Anécdotas hay muchas. Una vez armé una revista para vender adentro del carnaval, bastante pobre y en blanco y negro, imagínate. Bueno, pasaron muchos años. Un día voy a una parrilla a cenar y se acerca el dueño y me pregunta: ¿te acordás de mí? No, le dije. Y me respondió: “yo era uno de esos gurisitos que vendía la revista tuya en el carnaval”…
3) La primera diferencia notable, es que quienes tenemos más años, tuvimos que empezar de nuevo, a conocer las herramientas que trajeron las nuevas tecnologías. Estamos en medio de una revolución que todavía no terminó. Y en cuanto al desarrollo del periodismo, lamentablemente se profundizó la concentración de medios y el poder de algunos grupos, que en realidad son económicos y a partir de allí hacen “periodismo” como forma de presión.
4)) A partir de lo que digo de la concentración, creo que la gente debe valorar la importancia de los medios locales para plantear nuestros propios problemas. De lo contrario, nos ponen en la agenda lo que pasa en Buenos Aires, y dejamos de analizar nuestros propios asuntos. Por eso pienso que tendrían que desdoblarse siempre las elecciones a intendente. En Gualeguaychú, los medios tenemos una lógica competencia, pero hay una buena convivencia, y la verdad que veo buenas cosas que hacen otros medios.
5) Varias cosas… primero, que conozca lo que decía sobre la concentración de medios, que es una enfermedad de la democracia. Segundo, que no es tan fácil consolidarse económicamente desde la profesión de periodista. Al mismo tiempo, tenemos que estudiar si es posible ir construyendo propuestas que se sostengan, lo que es cada vez más difícil también. A la vez, estar atentos a las posibilidades que permiten las nuevas tecnologías, y entender que el público se nutre de información por sitios, radio, televisión, redes. El mundo está complejo y nuestra labor no escapa a ese contexto, es imposible. No deja de ser un desafío. Pero bueno, si no hay una vocación firme, es mejor no meterse en esto del periodismo, una profesión apasionante pero que incluye ingratitudes. Como dice el escritor nicaragüense Sergio Ramírez, “estamos condenados a este oficio del diablo”…