A Fanny Mandelbaum (87 años) no le gusta el periodismo de escritorio: prefiere salir a la calle a buscar la noticia. Esa fue su premisa desde el comienzo de su carrera en los medios. Por cierto, al oficio lo descubrió primero como oyente de radio.
Según contó en el programa Sexto Día de Radio Universidad, un día salió de su casa y caminó una cuadras hasta Radio Belgrano para escuchar y ver el programa Generación espontánea, uno de los grandes ciclos que quedó en la historia grande de la radio por su carácter innovador. Por esas cuestiones del azar y el destino, una amiga de la secundaria que trabajaba en “La gallina verde”, otro ciclo antológico, un día le pidió que la reemplazara por una semana.

Así, Fanny estuvo en la cocina de “ese programa fantástico” con un elenco estelar compuesto por María Elena Walsh, Jorge Vaccari, Félix Luna, Magdalena Ruiz Guiñazú, Betty Elizalde y Canela, entre otros. “Yo tenía un grabador, así que salía a hacer notas y las enviaba a la radio… siempre las notas salían con el nombre de mi amiga”, contó.
Quien le dio un espacio con nombre propio fue el conductor Raúl Calviño. “Cuando empezó a hacer un programa que era producido por él, me invitó a acompañarlo y pasamos a Radio El Mundo con El País en Maxi cassette, en 1972. A Raúl lo recuerdo con muchísimo cariño porque trabajé varios años con él. Me obligó a estudiar Locución porque en esa época decían que si no tenía el carnet de locutor no podía usar un micrófono. Aprendí muchísimo con él. Creo que fue uno de los conductores que más sabía de música: tenía una habitación llena de discos”. Para Fanny, la radio tiene un encanto particular y por eso se alegra cuando le recuerdan el programa De la noche a la mañana que compartió con Edgardo Mesa en las madrugadas de Radio Mitre.
“Escucho ahora a Lalo Morino que está ocupando ese espacio y me sigue encantando la radio. La radio tiene magia y la radio de noche tiene más magia. La gente no sabe la cantidad de oyentes en todo el mundo que tiene la radio, gente grande que no puede dormir de noche y que se siente acompañada por la radio. Con Edgardo pasábamos música de nuestra época. Yo me siento muy orgullosa de haber hecho ese programa”, evoca Fanny.
La televisión y el caso María Soledad
Por esa vocación de estar en la calle, ya como cronista del noticiero del canal 11, luego en Telefé, cubrió todo tipo de hechos. Estuvo en el nacimiento de los cortes de rutas en La Matanza cuando la palabra “piqueteros” se empezaba a usar.
“Un periodista tiene que estar en la calle, un periodista igual que un presidente de un país, tiene que llenarse de barro en los zapatos”, afirmó. Por eso, lamentó el maltrato del poder al periodismo: “Nadie despreció tanto al periodismo como Javier Milei. A mí me gustaría ver a Milei hoy viendo cómo viven los jubilados, en lugar de estar en España o en Italia gastando dinero en viajes”.
Caso María Soledad Morales
Su nombre está vinculado de manera estrecha a la cobertura periodística del crimen de María Soledad Morales, la joven de 16 años asesinada en Catamarca en 1990 por individuos vinculados al poder político y que causó la caída del gobierno provincial. Las Marchas del Silencio fueron una expresión hasta ese momento poco conocida para reclamar justicia por la victima.
“Creo que fui la única periodista que estuvo durante todo el tiempo porque los canales cubrieron el caso María Soledad, pero todos iban cambiando de periodista. Por eso la gente recuerda mi trabajo y, quizás, porque yo era mujer y me puse en el lugar de la madre, Ada Morales. Yo creo que, si no te involucrás, no estás haciendo periodismo. Otros dicen que no. Que el médico y el periodista tienen que dejar afuera los sentimientos, yo no puedo”, afirma.
La cronista se dio cuenta de la trascendencia del caso tiempo después: “Yo te diría que eso vino cuando el documental de caso se vio en todo el mundo y quedó durante semanas entre los diez mejores documentales de Netflix. Yo no lo podía creer cuando mis nietos que viven en el exterior me dijeron que me vieron ahí. Me di cuenta de que realmente fue trascendente el caso María Soledad, no te olvides de que fue el primer femicidio considerado como tal”.
Fiel a su convicción de no hacer periodismo de escritorio, festejó el Día del Periodista, el 7 de junio pasado, junto a todos los movileros de los medios que escriben la primera versión de la historia, según dijo alguien con acierto.