El Juez Marcelo Gradín propone dar su análisis con la técnica segura de realizar un aporte. Manifiesta, en primer lugar que «le sorprendió la forma que encontraron los jueces de la Corte para sacar el fallo», que en mi opinión «quedó a mitad de camino» y no es «un fallo justo«. Tres conceptos importantísimos que desarrollados enriquecen los argumentos ante una medida histórica que tiene consecuencias institucionales previsibles y algunas que recién inician su proceso.
El nudo presenta una explicación técnica acerca la verticalidad y horizontalidad de la justicia, su funcionamiento. Gradín ahonda sobre los fueros, plazos e instancias.
Lo notable y asombroso del caso, según la evaluación que hace el juez Marcelo Gradín, es que la Corte Suprema aplicó un artículo del Código Civil y Comercial para resolver una imputación penal. Alcanzaba con poner el sello del 280 y escribir un párrafo, sin embargo «redactan 27 fojas«.
Pregunta Gradín, ¿no era mejor abrir la instancia, hacer lugar a la queja, INCIDENTE DE RECURSO EXTRAORDINARIO, estudiar el expediente y después decir todo lo que tenga que decir» y agrega: «La trascendencia institucional que tenía este caso ameritaba que la Corte abriera la discusión y nos diera a todos un fallo justo. ¿Qué pasó? No lo abrió. Entonces nos queda a todos la sensación de que no se discutió hasta la última instancia y se resolvió con un esquema procesal».
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