Después de una primera mitad de junio con temperaturas más cercanas a lo habitual, el invierno comenzará a sentirse con crudeza en gran parte de la Argentina. A partir del fin de semana largo, se espera el ingreso de una ola de aire polar que dejará un marcado descenso térmico y condiciones propicias para heladas intensas, especialmente en el centro del país.
Según informó el sitio Meteored, el fenómeno será precedido por un frente frío que podría generar inestabilidad en la noche del sábado y madrugada del domingo, con algunas lluvias aisladas en sectores costeros del sudeste bonaerense. Pero lo más significativo llegará en la semana: el desplome térmico y la instalación de aire polar seco y estable.
Desde el lunes 23, se prevén mínimas ampliamente bajo cero en zonas de Buenos Aires, La Pampa, San Luis, Córdoba y Mendoza, donde los termómetros podrían marcar hasta -8 °C. Las condiciones serán especialmente adversas en áreas rurales, con posibles impactos en la producción agropecuaria y en las tareas a campo.
Además del frío intenso, se espera un ambiente con alta estabilidad atmosférica: cielos despejados, ausencia de lluvias y varias jornadas consecutivas con heladas matinales. Esta combinación de factores reforzará la sensación invernal, sumada a vientos del sur que persistirán durante los primeros días de la semana.
El avance del aire polar se extenderá hacia el norte del país
El avance del aire polar no se detendrá en el centro del país. A medida que pasen los días, el frío se extenderá hacia el norte, con temperaturas cercanas o inferiores a los cero grados en provincias del NEA y el NOA como Chaco, Santiago del Estero, Misiones, Tucumán y Jujuy.
En paralelo, los efectos del fenómeno también se sentirán en países vecinos. Durante la segunda mitad de la semana, se pronostican valores negativos en el sur de Brasil, Uruguay y Paraguay, lo que da cuenta de la magnitud del sistema frío que avanza desde el sur del continente.
Aunque las temperaturas bajarán de forma notable, no se esperan lluvias importantes. El único momento con algo de inestabilidad será entre el sábado a la noche y el domingo, pero se limitará a chaparrones aislados sobre la costa atlántica.