El progreso global hacia una energía segura, equitativa y sostenible se ha acelerado más que nunca en el contexto del Índice de Transición Energética 2025 del Foro Económico Mundial. Este informe determinó que, tras años de avance lento, la transición energética presenta ahora el mayor ritmo de progreso desde antes de la pandemia.
Según el índice, se registró un incremento interanual del 1,1 %, lo que representa el avance más significativo desde los niveles previos al COVID-19. Un 65% de los países mejoraron su posición, y el 28% progresó en las dimensiones fundamentales de seguridad, sostenibilidad y equidad.
No obstante, el incremento de tensiones geopolíticas, la insuficiencia de inversiones y la brecha creciente entre la innovación en energías limpias y su aplicación en las áreas que más lo requieren, amenazan con debilitar este impulso positivo.
/Inicio Código Embebido/
/Fin Código Embebido/
El Índice de Transición Energética (ETI) evalúa la capacidad de los países para equilibrar el acceso a fuentes energéticas asequibles, seguras y sostenibles con el rendimiento de sus sistemas energéticos actuales y su preparación para la transición hacia energías más limpias.
Suecia, Finlandia, Dinamarca, Noruega y Suiza lideran el índice, lo que refleja un compromiso político sostenido, una infraestructura robusta y sistemas energéticos diversificados de bajo carbono.
En este contexto, Argentina se posiciona en el puesto 57 entre 118 naciones, situada entre Ucrania e Indonesia. A nivel de América Latina y el Caribe, ocupa el noveno lugar, por detrás de Brasil y Chile, que son los líderes en la región.
A pesar de que se han destinado 2 billones de dólares a inversiones en energía limpia en 2024, las emisiones alcanzaron récords históricos de 37 800 millones de toneladas, marcando el año más caluroso registrado, lo cual se atribuye a un aumento del 2,2 % en la demanda energética, impulsada por el uso de la inteligencia artificial, los centros de datos, la refrigeración y la electrificación.
Mientras que las economías avanzadas enfrentan desafíos como congestión de la red y precios altos, otras regiones como Europa y Asia emergentes están logrando avances significativos, gracias a reformas estratégicas y una infraestructura adecuada.
Roberto Bocca, director del Centro de Energía y Materiales del Foro Económico Mundial, subrayó que «los sistemas energéticos evolucionan a distintas velocidades». Además, expresó su optimismo al señalar que el 28% de los países, incluidos grandes productores y consumidores como Brasil, China, EE.UU. y Nigeria, reciben beneficios en múltiples áreas. Para mantener esta tendencia, apuntó a la urgencia de invertir en las economías emergentes que crecen rápidamente.