El Summit IA: Human Future se ha consolidado como uno de los principales foros de América Latina donde se encuentran la inteligencia artificial, la tecnología y el mundo de los negocios.
En su edición 2025, el evento propuso un enfoque claro: dejar de ser espectadores y comenzar a tomar decisiones sobre el futuro que estamos construyendo con estas herramientas. “Por eso el lema de este año es el cambio es inevitable, el camino depende de nosotros”, señaló Jerónimo Pino, director del evento y de Cacique Group.
Celebrado el 20 de junio en el Centro de Eventos LATU de Montevideo, Uruguay, el encuentro reunió a referentes de distintos sectores que reflexionaron sobre los desafíos y oportunidades que plantea la IA en contextos empresariales, científicos y sociales.
Entre los oradores destacados estuvieron Jon Hernández, experto en inteligencia artificial; Juan Pablo Villani, emprendedor tecnológico; Jorge Grünberg, rector de la Universidad ORT; Fabricio Ballarini, investigador científico; Mercedes Gatti, directora de ciberseguridad en Scotiabank; Bruno Gili, representante de Uruguay Innova; y Leticia Pintos, directora de Transformación Digital en Movistar.
La jornada propició un espacio de diálogo regional sobre innovación, regulación, educación y ética en torno al uso de inteligencia artificial, con énfasis en cómo los líderes de la región pueden influir activamente en su desarrollo y aplicación.
El Summit IA: Human Future 2025 comenzó con la participación de Jon Hernández, experto español en inteligencia artificial, quien subrayó la relevancia de esta tecnología para el futuro de la humanidad.
“Mi visión es que esto no es una herramienta, sino una infraestructura que cambiará el mundo tal como lo conocemos. De hecho, ya lo está haciendo”, afirmó.
Hernández presentó casos concretos de aplicación de IA, como la generación de imágenes comerciales o el aumento de la productividad en el desarrollo de software.
Luego intervino Fabricio Ballarini, investigador científico, quien destacó cómo la ciencia ficción de ayer es hoy una realidad tangible.
Explicó que la ciencia, al integrarse con la tecnología, está transformando la calidad de vida, y citó como ejemplo el uso de bioimpresoras para crear células humanas, incluidas células del músculo cardíaco.
El periodista Antonio Larronda moderó una charla junto a Leticia Pintos (Movistar), Mercedes Gatti (Scotiabank) y Bruno Gili (Uruguay Innova), donde se abordó cómo la inteligencia artificial ya está integrada en los procesos cotidianos de sus organizaciones.
Jorge Grünberg, rector de la Universidad ORT, analizó el impacto de la IA en la educación.
Señaló que los estudiantes recurren a estas herramientas para hacer sus tareas, lo que obliga a repensar los modelos de evaluación. “En nuestra universidad no solo está autorizada su utilización, sino que incluso la proveemos”, explicó.
El evento dejó en claro que la inteligencia artificial ya no es una promesa futura, sino una herramienta presente que transforma sectores clave como la ciencia, la empresa y la educación.
La edición 2024 del Summit IA: Human Future se centró en el impacto de la inteligencia artificial en ámbitos clave como la sociedad, la educación, la ciberseguridad y el mundo empresarial.
Durante el evento, los participantes pudieron explorar cómo estas tecnologías emergentes están transformando el presente y qué desafíos y oportunidades plantean para el futuro de América Latina.
La jornada concluyó con ponencias de referentes tecnológicos como Rebeca Hwang, profesora de la Universidad de Stanford; Santiago Bilinkis, divulgador y autor de libros sobre tecnología; y Mateo Salvatto, emprendedor argentino y creador de la aplicación Háblalo.
Cada uno compartió perspectivas complementarias sobre cómo la inteligencia artificial está reformulando la realidad de la región.
Uno de los momentos más comentados fue la intervención de Bilinkis, quien reflexionó sobre la dependencia actual de la tecnología a través de una metáfora: “¿Qué pasaría si trajéramos a un cavernícola al presente? Tal vez lograría adaptarse. Pero al revés, nosotros no duraríamos un día; no sabemos vivir sin tecnología”. También comparó el desarrollo tecnológico con una bicicleta, señalando que avanza según el impulso que le da el ser humano.
