La huella económica ascendió a 207 mil 744 millones de quetzales (casi 27 mil millones de dólares), es decir, una de cada cinco monedas nacionales están relacionadas, directa o indirectamente con esa actividad, detalló el diario Prensa Libre.
Este impacto es superior al que generan las remesas familiares y exportaciones totales de bienes que ejecuta el país, acotó el reporte del medio en base a un estudio especializado.
El director ejecutivo de la Cámara local de la Construcción, José Ardón, ubicó el mayor por ciento (80) del aporte del sector en el área metropolitana, debido a la necesidad de vivienda, comercio e infraestructura.
El Estudio de Impacto Económico de la Construcción y Desarrollo Inmobiliario en Guatemala subrayó que la cifra significa un crecimiento de 107 por ciento en la facturación total en comparación con la de 2013.
Entre las actividades con mayor presencia destacan los alquileres de vivienda para uso final propio, con un 34,2 por ciento, y los edificios de mercado, con un 26, según el texto.
El autor Ricardo Rodríguez remarcó que este rubro mantuvo su dinamismo incluso durante la pandemia de la Covid-19, pues entonces el Gobierno lo priorizó o intentó que no se frenara.
Mientras Guatemala aumentó, en promedio, 3,5 por ciento anual en la última década, el sector de construcción y desarrollo inmobiliario lo hizo entre tres y 4,3 por ciento.
En otras palabras, este es uno de los que más empujan al alza la economía guatemalteca, enfatizó Rodríguez.
Las estimaciones del estudio indicaron que generó 499 mil 899 empleos directos durante 2024, con un efecto multiplicador que podría elevar la cifra de indirectos hasta dos millones.
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