Fabricado por la Industria Militar ALMAZ-ANTEI JSC de Rusia y adquiridos en 2013, los misiles de defensa aérea del sistema S-300 «Favorit» conforman el escudo protector de Venezuela, el único país de América Latina en contar con armamento de esta índole.
Considerado por el Kremlin como el más moderno y autónomo disponible en el mundo, también es producido por China aunque bajo patente.
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Según los datos del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri, por su sigla en inglés), Venezuela recibió tres unidades del S-300, otras tres del Buk M2A y once del S-125.
La compra de estos y otros equipos fueron el resultado de la alianza del entonces presidente Hugo Chávez con su homólogo ruso, Vladímir Putin.
¿Cómo son los misiles S-300 con los que cuenta Venezuela?
En el arsenal venezolano, el S-300 funciona junto a los cañones Zu-23, los misiles Buk-2M y Pechora-2M, en un sistema escalonado de defensa antiaérea. Todo el equipo es de origen ruso.
El S-300 VM tienen un alcance máximo de 200 kilómetros para aeronaves y 40 kilómetros para misiles balísticos. La altitud máxima a la que pueden dar con estos blancos es de 30.000 y de 25.000 metros, respectivamente. En tanto, una batería puede rastrear hasta 100 objetivos distintos y disparar contra un máximo de 24 al mismo tiempo.
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Con capacidad para hacer seguimiento a más de cien blancos simultáneamente, es considerado en el mundo de la industria militar como unos de los sistemas de misiles superficie-aire de largo alcance más completos y avanzados.
