Pablo Echarri se convirtió en uno de los protagonistas de la primera edición de los Martín Fierro de Teatro, realizada en la Usina del Arte, al ganar el premio a Mejor Actor Protagónico Comercial por su trabajo en Druk.
Sin embargo, la alegría del reconocimiento estuvo atravesada por un delicado momento familiar: la madre de su esposa, Nancy Dupláa, atraviesa una situación de salud muy grave y el actor no dudó en dedicarle el premio.
Entre risas, comenzó diciendo: «Se lo dedico a mi familia que seguramente están viendo… No daban dos mangos y ya ganamos dos premios. Ahora papá está acá y espero que lo esperen despiertos».
“Se lo dedico a mi esposa a mis hijos y, en especial, a Elsita, mi suegra, que está peleando tal vez su pelea más difícil. Este es un premio especial para ella, para que siga poniéndole fuerza”, dijo Echarri visiblemente emocionado, generando una fuerte ovación en el auditorio.
Nancy Dupláa no pudo asistir a la ceremonia justamente por el estado de salud de su mamá, Elsa. Aunque el actor prefirió no ahondar en detalles sobre la enfermedad que atraviesa su suegra, la mención directa y afectuosa conmovió a todos los presentes. “Se lo dedico a mi familia original y a mi familia política. Sobre todo a Elsita”, subrayó con firmeza desde el escenario.

Echarri también aprovechó su discurso para hablar del estado actual de la industria del espectáculo. “La caída de producción en la televisión abierta en los últimos años generó la caída de la taquilla teatral. Lo que hacía crecer el deseo de los espectadores de ir al teatro era ver a sus figuras en la tele. Eso ya no está pasando”, expresó con tono crítico.
“Unámonos los que somos parte del espectáculo y del entretenimiento para ir detrás de las reglas y de las leyes que puedan impulsar una vez más el audiovisual en general en la Argentina, y a la televisión abierta en particular, para que el teatro siga creciendo”, propuso el actor.

En ese sentido, también resaltó el valor de las políticas culturales: “Este maravilloso teatro argentino que tenemos es consecuencia de políticas de Estado. El Instituto Nacional del Teatro es un espacio necesario incluso para el teatro comercial. De allí salen figuras que dan sus primeros pasos, con muy poco presupuesto, en todo el país”.
Antes de cerrar, Echarri dejó un mensaje esperanzador para sus colegas y todos aquellos que están atravesando momentos difíciles. “Estos son tiempos en los que muchos nos sentimos resistiendo. Para todos los que no la están pasando bien: sigan adelante. La noche puede ser oscura, de hecho lo es, pero pronto vendrá el día”.