El Tribunal Oral Federal (TOF) 2 resolvió este lunes restringir las visitas a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien cumple prisión domiciliaria, permitiendo únicamente el ingreso sin autorización previa de familiares directos, abogados y médicos. La defensa de la ex mandataria criticó duramente la medida, calificándola como una “aberración” y un “delirio autoritario”.
El abogado Gregorio Dalbón, quien representa a Fernández de Kirchner en causas civiles, cuestionó la decisión y advirtió que «cualquier otra persona deberá solicitar un permiso por escrito al tribunal para poder visitarla en su domicilio». “Como si se tratara de una reclusa peligrosa. Como si fuera culpable de existir”, escribió el letrado en sus redes sociales.
Dalbón afirmó que el abogado Carlos Beraldi ya presentó una impugnación contra la resolución, argumentando que es violatoria de derechos humanos básicos, del principio de igualdad ante la ley y del derecho a la vida familiar y social. “El tribunal convirtió a la justicia federal en un buzón de permisos ilegítimos. El pueblo debe ejercer su derecho y dejar constancia digital de esta humillación institucional”, agregó.
La defensa había entregado al tribunal un listado reservado de personas autorizadas a ingresar sin restricciones, que incluía familiares cercanos, custodios, médicos y abogados, tal como establece la normativa de prisión domiciliaria.
Cristina Fernández de Kirchner cumple arresto domiciliario en su residencia de la calle San José 1111, tras haber sido condenada en la causa Vialidad a seis años de prisión por administración fraudulenta, sentencia que fue confirmada por la Corte Suprema de Justicia.
Como parte de las condiciones impuestas por el TOF, la ex presidenta lleva una tobillera electrónica, puede utilizar redes sociales y salir al balcón sin restricciones, pero debe “abstenerse de adoptar comportamientos que perturben la tranquilidad del vecindario”, según lo dispuesto por el tribunal al otorgar la domiciliaria.