La contadora e hija de productores pone en valor el rol del organismo en Río Negro y Neuquén, ante el escenario de reformas e inestabilidad nacional. ¿Qué se pone en juego en la Patagonia? Los principales logros del INTA en la región.
“Toda una vida en el INTA, me crié acá”, balanceó Mariana Amorosi, directora del Centro Regional Patagonia Norte, sentada en su despacho luciendo el chaleco institucional con orgullo. Nacida en Mainqué, es hija de productores, contadora pública y la primera mujer en dirigir ese centro del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). De acuerdo con Río Negro.
No solo es la primera directora mujer de la región en 40 años de historia -desde su creación en 1985- sino que también es una de las dos mujeres en ocupar este cargo en los 15 centros de todo el país. Ahora, en simultáneo ocupa el cargo de directora interina de la Estación Experimental de Alto Valle.
Sin ser ingeniera agrónoma ni veterinaria, ganó por concurso en octubre de 2024. “Para mí fue un logro sumamente importante”, dijo y admitió: “Difícil porque el agro está siempre dirigido por hombres”. Tiene un magister en Dirección de Comercio Exterior, pero su vida está estrechamente vinculada al agro y la producción. Es una pasión de cuna, ya que creció entre los álamos y frutales de la chacra.
El centro regional Patagonia Norte que conduce comprende tres estaciones experimentales: Bariloche, Alto Valle y Valle Inferior, y 16 agencias de extensión distribuidas en todo el territorio, once en Río Negro y cinco en Neuquén. Dijo que en la actualidad trabajan 350 personas entre profesionales, investigadores, becarios.
Amorosi y su trayectoria en INTA: del trabajo territorial a la defensa institucional ante posibles reformas
Amorosi es y fue parte de los programas de investigación y extensión del INTA en la historia de la producción regional. Ingresó a trabajar a la institución cuando tenía 21 años en el sector de Compras y Contrataciones; y pasó por varias áreas. Fue jefa de Administración y más tarde, se desempeñó como Asistente de Planificación del centro regional, codo a codo con el director que la antecedió.
“El INTA es una institución única en el país que logra relacionar la investigación con la extensión. Es la única que llega desde La Quiaca hasta Ushuaia, a todos los rincones”, comentó. Desde el instituto, los trabajadores atienden, asesoran y acompañan al pequeño, mediano y gran productor agropecuario desde distintas perspectivas y con trabajo que muchas veces no se visibiliza.
El año que viene el organismo cumple 70 años y la coyuntura nacional es incierta, ya que desde el Poder Ejecutivo se anunciaron modificaciones en la estructura. En las últimas semanas, se supo de tres reformas que el gobierno buscaría aplicar: cambios en la conducción del organismo, un ajuste en su financiamiento y una reestructuración que incluye reducción de personal y cierre de sedes.
INTA Patagonia Norte: cambios e incertidumbre
“Es muy difícil llevar tranquilidad hacia adentro de los grupos cuando la incertidumbre es muy grande”, reflexionó Amorosi consultada por Diario RÍO NEGRO. “Nos solicitaron ajustar estructuras, pero todavía no se llegó a eso”, confirmó. “No hay nada definido. No sabemos con qué magnitud y adónde se realizaría el recorte”, respondió.
Ante el inminente escenario, la funcionaria elige poner en valor el trabajo que hacen. “Una capacidad que se va, es una atención o un asesoramiento técnico menos que se le da al productor, al territorio. Entonces, tratamos de defender el recurso humano que es lo más importante en el INTA. Es la fuente de trabajo”, dijo Amorosi.
El Consejo Directivo es la autoridad máxima y está conformado por los productores, universidades y el Poder Ejecutivo, con composición mayoritaria de los productores. Una de las eventuales reformas sería que el gobierno pase a tener mayoría en la toma de decisiones.
Otro de los posibles escenarios sería la desvinculación de trabajadores de plantas transitorias y becarios, que en Patagonia Norte representan el 31% de la planta. Por otro lado, el cierre de la extensión es una de las posibles modificaciones. “Es difícil cuando nos quieren sacar la extensión porque es la columna vertebral del INTA. Es lo que nos diferencia del resto”, cuestionó.
INTA Patagonia Norte: los riesgos ante un potencial “recorte”
¿Qué pasa si se caen los proyectos? fue una de las preguntas de este medio. “Dejaríamos de estar en todos los lugares que estamos, dejaríamos de trabajar con los municipios. Las agencias que hacen, trabajan codo a codo con los municipios, con las cooperativas, con los productores”, explicó Amorosi.
A modo de ejemplo, en Villa Regina, los productores dejarían de hacer el calibre de los termómetros en la agencia y tendrían que pagar por ese servicio. “Cuando una empresa saca un producto, lo valida el INTA. Eso también se dejaría de hacer”, problematizó.
En resumen, muchas de las necesidades y demandas que hay en el sector se dejarían de atender. En los últimos meses, estas políticas latentes han motivado protestas e iniciativas por parte de los trabajadores del INTA de la región.