5.8 C
Buenos Aires
jueves, junio 26, 2025

Fiel a su espíritu, BIENALSUR cumple una década y abre su edición 2025 en Colombia

Más Noticias

Desde el jueves 26 y hasta fin de año, unos 19,640 kilómetros habría que recorrer para visitar todas las exposiciones, activaciones y eventos de BIENALSUR 2025. La bienal de arte contemporáneo organizada por la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF), una universidad pública, da inicio a su quinta edición que se desarrollará en 40 sedes de 70 países en los cinco continentes.

Una compleja trama conceptual de proyectos artísticos, seleccionados a partir de una convocatoria, en diálogo con curadores e instituciones, toma una forma muy singular, con eje en lo que se llama el sur global. “Una iniciativa necesaria para hablar del sur del mundo para el mundo”, como la describió con precisión el reconocido curador italiano Eugenio Viola, director del Museo de Arte Moderno de Bogotá, donde tiene lugar la inauguración 2025.

Historia. Jozami y Wechsler en el Museo de Artes Visuales de Caseros, durante una acción del Proyecto Turn. (Bienalsur)
Historia. Jozami y Wechsler en el Museo de Artes Visuales de Caseros, durante una acción del Proyecto Turn. (Bienalsur)

“En esta nueva edición, BIENALSUR reafirma su vocación por una práctica artística comprometida, extendida territorialmente y centrada en las problemáticas urgentes del presente”, afirma Aníbal Jozami, director general de la Bienal, que este año organiza su mirada del arte transnacional en ejes curatoriales que van desde las disidencias a las crisis ambiental y migratoria, la memoria y la reparación simbólica, entre otros. Jozami habló con Clarín del recorrido y espíritu del evento.

-Este año se cumplen 10 años de Bienalsur, ¿cómo empezó todo?

-Son 10 años desde el momento que nos juntamos con Diana Wechsler (directora artística) a discutir sobre la necesidad de crear algo distinto en el mundo del arte contemporáneo, ella desde su perspectiva de teórica e historiadora del arte y yo como alguien vinculado a la sociología de las relaciones internacionales, y esa las charlas surgió la idea de Bienalsur, sobre lo que fueron los sur globales. De esas reuniones, en el segundo semestre de 2015, surgieron una serie de encuentros durante todo el 2016 con invitados de muchísimas partes del mundo, que tenían sede en el Hotel de Inmigrantes y eran seguidos por cientos de personas por streaming, cuando no era tan popular. Fue el inicio de BIENALSUR y al año siguiente organizamos la primera edición.

Icónica. Marta Minujín lleva su Icónica. Marta Minujín lleva su «Pago de la deuda externa» al Museo Casa de Moneda, en Colombia.

-¿Sentís que había una necesidad de congregarte esa esas voces o estas estéticas?

-Sí, a los pocos meses incorporamos a esa conversación que veníamos teniendo con Diana a curadores y teóricos de arte de distintas partes del mundo y de todo eso fue naciendo digamos la idea de BIENALSUR como hoy la conocemos.

-De todos estos años, ¿qué eventos le llegan a la memoria?

-Muchas cosas se me vienen a la memoria, sobre todo aquellas de un contenido emotivo muy fuerte. Por ejemplo, lo que hicimos en Valparaíso en 2017, en el Cerro La Loma, en una callampa, es decir, una población muy humilde donde vivían los trabajadores del puerto de Valparaíso. Allí arriba de la montaña, a medianoche, tuvimos una adhesión masiva de toda la gente de la zona.

Otro evento muy recordable sucedió en la frontera entre Colombia y Venezuela, sobre la crisis migratoria. Con el proyecto Juntos aparte, justo en el momento de mayor comportamiento entre los dos países, cuando de ambos lados de la frontera había preparaciones militares que después, por suerte, no desembocaron en episodios de guerra abierta.

Con Betsabé Romero realizamos una acción de BIENALSUR justamente en el ingreso al puente que une San Antonio del Táchira, en Venezuela, y Cúcuta, en Colombia, en un momento en que no solo había peligro de enfrentamiento militar sino una actividad de bandas de delincuenciales muy fuerte de ambos lados. Por suerte nos enteramos después que mientras nosotros estábamos sobre el puente Simón Bolívar habían encontrado debajo 10 cadáveres de un enfrentamiento la noche anterior. Fue un evento que contó con muchísimo apoyo de la gente tanto del lado colombiano como del venezolano.

Michelangelo Pistoletto regresa en 2025 al Hotel de Inmigrantes, donde ya participó de Bienalsur. Michelangelo Pistoletto regresa en 2025 al Hotel de Inmigrantes, donde ya participó de Bienalsur.

-Se trata de dos actividades que involucran a la comunidad, ¿es una búsqueda de BIENALSUR?

-Siempre tendemos a darle un contenido social a lo que hacemos. Si hay algo que BIENALSUR aporta desde el punto de vista de su interpretación sobre el arte es justamente esto, de que sea vivida por la gente como algo propio. En Japón, estamos trabajando con el Proyecto Turn, que ya participó en distintas acciones en la Argentina, tanto en MUNTREF Caseros como en Tucumán, que consiste en incorporar a las acciones artísticas a chicos y chicas con problemas diferenciales. También estuvo en el barrio San Juan de Miraflores, en Lima, un barrio muy muy humilde, y luego se exhibió en el Museo Nacional de Bellas Artes limeño. De esta manera incorporamos a una población totalmente alejada de estos temas. Eso también nos diferencia de cualquier bienal de arte del mundo.

-¿Cómo sería esa diferencia?

-Cuando me refería a las primeras charlas, justamente lo que criticábamos era el espíritu tan comercial de las bienales de Venecia, Estambul, San Pablo, etc., y nos planteamos hacer una bienal que no tuviera que ver con el comercio del arte y, por el contrario, que tuviera mucha participación de la gente, una masiva participación. Creo que eso lo venimos logrando y que vamos perfeccionando cada vez más.

«Cruce en el río». La bella e inquietante obra de Adriana Bustos, en la sede Manizales, Colombia.

-BIENALSUR está planteada desde un lugar diferente, alejada de lo comercial, sin embargo, artistas de los más reconocidos del mundo participaron. ¿Hay un encuentro del arte con estos intereses?

-Yo siempre cuento una anécdota que se repite. Vas a un pabellón de la Bienal de Venecia, te fijás mucho en la obra de un artista y cuando te querés dar cuenta aparece el galerista dándote su tarjeta, porque lo ven como un espacio de visibilidad, con un criterio comercial. Eso es lo que está totalmente ausente de BIENALSUR. Lo que no quiere decir que muchos artistas entre los más reconocidos a nivel mundial hayan estado y quieran estar, en muchos casos en más de una oportunidad, como Michelangelo Pistoletto, o hubiera sido el caso de Christian Boltanski si no hubiese fallecido. Muchos artistas importantes del mundo están muy interesados en participar porque lo ven como algo distinto.

«Walter Benjamin en Nápoles». Still de video del artista argentino Sergio Vega.

-En este momento exacto resuenan de manera intensa algunos de los ejes curatoriales de BIENALSUR como “Un mundo más justo”, las disidencias, el territorio en disputa, ¿cómo ve esta emergencia en este contexto mundial?

-Nosotros nos planteamos hacer una Bienal que no tiene que ver ni con el comercio del arte ni con ni con la política, pero que es una Bienal profundamente política porque aspira a llegar a la gente allí donde esté. Lógicamente, cuando estamos en los grandes museos de Argentina o del mundo, invitamos a ver lo de BIENALSUR pero también estamos en otros lugares donde el objetivo es llegar a gente que normalmente no participa del mundo del arte. BIENALSUR es una Bienal que tiene que ver con la política, pero no con la propaganda o con la acción política, sino con este criterio de llevar el arte a la mayor cantidad de lugares que nos sea posible llegar.

Largada en Colombia

El Museo de Arte Moderno de Bogotá – MAMBO recibe hoy a Jozami y Wechsler para la apertura de BIENALSUR 2025. Allí, la exposición Laberintos de la memoria se inserta en la programación general del Museo, bajo la responsabilidad de Eugenio Viola, con obras del artista argentino Sergio Vega, del colombiano Jorge Andrés Marín Vázquez y la china Siru Wen. La misma tarde, en el Museo Casa de Moneda, Misterio de Economía reúne obras de que vinculan el arte con el dinero, como la célebre Pago de la deuda externa de Marta Minujín, junto a piezas de Cildo Meireles, el cubano Dagoberto Rodríguez y los también argentinos Alicia Herrero, Esteban Álvarez y Laura Ojeda Bär.

Las sedes de la Bienal comienzan a extenderse a Medellín, donde un conjunto de obras que vinculan el texto con la imagen conforman Al pie de la letra, en el Centro Colombo Americano. Mientras que Cruce en el río, de Adriana Bustos, se presenta en el Centro Cultural Banco de la República en Manizales.

Redacción

Fuente: Leer artículo original

Desde Vive multimedio digital de comunicación y webs de ciudades claves de Argentina y el mundo; difundimos y potenciamos autores y otros medios indistintos de comunicación. Asimismo generamos nuestras propias creaciones e investigaciones periodísticas para el servicio de los lectores.

Sugerimos leer la fuente y ampliar con el link de arriba para acceder al origen de la nota.

 

- Advertisement -spot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisement -spot_img

Te Puede Interesar...

Gremios docentes anunciaron un paro en La Plata tras una ola de ataques violentos de padres a directivos y maestros

Luego de una seguidilla de episodios de violencia que ocurrieron puertas adentro de varias escuelas secundarias, docentes de La...
- Advertisement -spot_img

Más artículos como éste...

- Advertisement -spot_img