Durante la segunda mitad del siglo XX, el mundo vivió en constante temor ante un posible conflicto con armas atómicas, además de una posible proliferación nuclear. Para detener esta posibilidad, en 1953, el presidente Dwight Einsenhower propuso crear “Átomos para la paz”, que facilitaba el acceso pacífico de la energía nuclear a aquellos países que renunciaran a dotarse de armamentos.
Bajo esta línea, en 1957, se creó el Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA, por sus siglas en inglés) y, una década después, se estableció el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (NPT). No obstante, estas iniciativas no han logrado erradicar el desarrollo de armas nucleares. Sin embargo, existe una región en donde no hay registro de armamento nuclear: América Latina, una zona que, de hecho, se ha declarado libre de armas nucleares.
Los motivos por los que no hay ningún país de América Latina que tenga armas nucleares
América Latina es una zona libre de armamento nuclear debido a una combinación de diversos factores. Uno de los principales es el Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina y el Caribe, mejor conocido como Tratado de Tlatelolco. Esta iniciativa, impulsada por México, establece que ningún país de América Latina puede fabricar, adquirir, probar ni poseer armas nucleares. Este fue el primer tratado en establecer una zona libre de armamento nuclear en una región densamente poblada.
Aunado al Tratado de Tlatelolco, otro factor importante es la limitación económica y tecnológica de la región, pues el desarrollo de armamento nuclear requiere de altas inversiones en tecnología y ciencia, además de una infraestructura especializada.
“Desarrollar un programa nuclear es muy caro. Se necesita muchísima infraestructura, se necesita muchos expertos y muchísimo conocimiento para poder llevar a cabo un programa nuclear”, explica para la BBC Luis Rodríguez, investigador postdoctoral del Center for International Security and Cooperation de la Universidad de Stanford (CISAC).
Otra razón clave es que América Latina no ha tenido conflictos a gran escala, por lo que no ha habido necesidad de desarrollar dicho armamento, además de que la región cuenta con otras prioridades, como inversiones en el sector salud o educación.
No obstante, pese a ser una región libre de armamento nuclear, en el pasado, países como Argentina y Brasil desarrollaron programas de este tipo. Sin embargo, ambos renunciaron a sus armas y firmaron acuerdos de no proliferación.
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