La motosierra cayó con fuerza y se florea por Rivadavia al 5500, barrio de Caballito, donde se levanta el Instituto Militar Dámaso Centeno. La crisis de ese tradicional colegio que depende del Ministerio de Defensa, que conduce Luis Petri, se agrava cada vez más. En lo que va del año han renunciado unos 50 docentes sobre una plantilla de 193. El motivo son los bajos salarios, producto del casi congelamiento en el Estado. Una maestra de grado por un turno percibe $370 mil, cuando el mismo cargo en el sistema educativo de la Ciudad de Buenos Aires alcanza a $780 mil.
Este jueves, a las 12.50, docentes autoconvocados, padres, familias y ex alumnos convocaron a un nuevo “Abrazo al Dámaso”. Denuncian que el tiempo transcurre y que no tienen ninguna respuesta de las autoridades.
“La crisis es grave, hay un mal clima institucional que se traslada a los chicos y a las familias. Lo que empezó como crisis salarial, ya es una crisis educativa”, le dice a Clarín un docente de secundaria que lleva más de veinte años en la institución, y es ex alumno.

Hace ya 40 días -a mediados de mayo- hubo otro abrazo simbólico al colegio. Clarín dio cuenta en aquel momento y como ahora, también consultó a fuentes de Defensa sobre la situación. La respuesta fue idéntica: que es un problema que viene de años y que antes nadie se ocupó. Dicen que hubo este miércoles una reunión con representantes de varios ministerios -Defensa, Economía, Capital Humano, Desregulación-. Y que siguen “analizando” una solución.
Al Dámaso Centeno concurren casi 1.100 chicos de jardín, primaria y secundaria. La escuela tiene ex alumnos célebres, desde Charly García y Nito Mestre -allí se formó Sui Generis- a la vicepresidenta Victoria Villarruel.
La comunidad del colegio está muy movilizada buscando soluciones y justamente un grupo de docentes, pudo saber este diario, se reunió en el Senado el miércoles con asesores de la vicepresidenta, para interiorizar de la situación. Villarruel, hija de un oficial del Ejército que peleó en Malvinas, había visitado su ex colegio, el año pasado.

Sin respuesta del Gobierno
Pero la motosierra parece ser más fuerte que todo. Los docentes, y aquí el tema principal, no están comprendidos bajo el estatuto docente de la Ciudad, sino que son empleados estatales. El ajuste a sus ingresos -y el desafasaje con los docentes porteños y de otras jurisdicciones del país- es una muestra de los deprimidos que están los salarios estatales en general.
La brecha es de casi 100 por ciento para primaria, y algo menos en secundaria. El Dámaso tiene 20 maestras de primaria y es difícil reemplazarlas cuando renuncian, cuentan en la escuela.
Una situación similar de salarios deprimidos atraviesan los docentes de los siete liceos militares y otros institutos de formación militar del resto del país.
El Dámaso Centeno tiene más peculiaridades. El Instituto responde al Ejército, que designa a su director (desde hace una década, un coronel en actividad) y a su jefe de finanzas. Los padres pagan una cuota: según la pagina web, 178 mil pesos este mes en secundaria; 150 mil la primaria. Pero no va al colegio, sino al Tesoro nacional. Los sueldos docentes se pagan desde el Ministerio de Defensa.
En el colegio recuerdan que una crisis similar hubo en 2018 (el ministro de Defensa era Oscar Aguad). Y que se solucionó adecuando el índice que se toma como base para el cálculo salarial.
“Tiene que intervenir el ministro Petri”, reclaman.
Esa sería “la solución inmediata” aunque a largo plazo el camino sería incluir a los docentes dentro de los estatutos docentes de las jurisdicciones.
En los reclamos participa también activamente el gremio ATE.
El “Abrazo al Dámaso”
La cita para el «Abrazo al Dámaso» es este jueves a las 12.50, en la puerta del colegio, y los docentes y padres autoconvocados pidieron concurrir “con la remera amarilla del Dámaso, para representar a los alumnos”.
Clarín recibió hace poco un mensaje por mail de la mamá de una alumna, que resume la angustia en esa comunidad escolar. “Soy una mamá que tiene a su hija en el Dámaso Centeno y ya no sabemos que hacer para que el gobierno nos escuche. Necesitamos ayuda para llegar a las autoridades y que de una vez por todas, den una solución a la problemática de los sueldos. Se están yendo la mayoría de las docentes, el nivel académico está decayendo y ya no sabemos que hacer”, escribió.
De Villarruel a Charly
El Instituto Social Militar Dámaso Centeno surgió a fines del siglo XIX, como una institución para albergar y educar a huérfanos de militares (tras la Guerra del Paraguay). Actualmente cuenta con unos 1.057 estudiantes. Allí se graduó de perito mercantil, en 1992, la vicepresidenta Victoria Villarruel. Y también pasaron a finales de los 60, los músicos Charly García y Nito Mestre.
El colegio cuenta hoy con un 10 por ciento de hijos de militares, gendarmes o policías. El currículum es oficial, del Ministerio de Educación, que establece los contenidos mínimos que son necesarios enseñar.
En el nivel secundario hay tres orientaciones: Ciencias Naturales, Ciencias Sociales, y Economía y Administración. Y tienen un sexto año que sería equivalente al ingreso a la Facultad. Hay muchos familiares de militares que son docentes. Pero no son todos. El colegio no imparte educación militar.