La comunidad escolar del Instituto Militar “Dámaso Centeno” de Caballito hizo un “abrazo” simbólico al colegio esta tarde en medio de la grave crisis que atraviesa la institución, a causa de los bajos salarios docentes que han generado una ola de renuncias en el transcurso del año.
El “abrazo” se inició alrededor de las 13 en la puerta del tradicional colegio de avenida Rivadavia al 5500. Fue convocado por docentes, padres y alumnos, que piden una solución a las autoridades del Ministerio de Defensa, de las que depende la institución.
La situación se agrava en el colegio, al que concurren casi 1.100 chicos de jardín, primaria y secundaria. En lo que va del año han renunciado unos 50 docentes, sobre una plantilla de 193. El motivo son los bajos salarios, producto del casi congelamiento salarial en el Estado. Una maestra de grado por un turno percibe $370 mil, cuando el mismo cargo en el sistema educativo de la Ciudad de Buenos Aires alcanza a $780 mil.
“La crisis es grave, hay un mal clima institucional que se traslada a los chicos y a las familias. Lo que empezó como crisis salarial, ya es una crisis educativa”, le dijo a Clarín un docente de secundaria que lleva más de veinte años en la institución, y es ex alumno.
Este el tercer “abrazo” este año y el segundo en menos de dos meses. Clarín consultó fuentes oficiales y la respuesta desde el Gobierno nacional fue la misma: que el problema viene de largo y nunca nadie se ocupó. Y que ellos están “analizando” la situación entre varios ministerios. Pero pasan las semanas y no hay ninguna respuesta a la comunidad educativa.
Docentes mal pagados
El Dámaso Centeno es diferente del resto de las instituciones educativas del país. Porque -al igual que los liceos militares e institutos de formación de las Fuerzas Armadas- depende del Ministerio de Defensa, que hoy conduce Luis Petri.
Sus docentes son considerados trabajadores estatales. No están comprendidos bajo los estatutos docentes de las restantes jurisdicciones.
Están siendo pagados por la administración de Javier Milei. Reciben la mitad del sueldo que los maestros y docentes de las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires y las otras provincia del país. Con este panorama, la cuarta parte de los docentes han renunciado, y muchos migrado a la Ciudad.
Un colegio tradicional
El Dámaso Centeno responde al Ejército, que designa a su director (desde hace una década, un coronel en actividad) y a su jefe de finanzas. Aunque a diferencia de los liceos, no imparte formación militar.
El frente del Dámaso Centeno, en Caballito. Foto: Maxi FaillaLos padres pagan una cuota: según la página web, 178 mil pesos este mes en secundaria; 150 mil la primaria. Pero no va al colegio, sino al Tesoro nacional. Los sueldos docentes se pagan desde el Ministerio de Defensa.
En el colegio recuerdan que una crisis similar hubo en 2018 (el ministro de Defensa era Oscar Aguad). Y que se solucionó adecuando el índice que se toma como base para el cálculo salarial. Pero el desfasaje volvió a hacer estragos.
“Tiene que intervenir el ministro (Luis) Petri”, reclaman.
La “solución inmediata” sería actuar sobre el índice de cálculo salarial; aunque a largo plazo el camino sería incluir a los docentes dentro de los estatutos docentes de las jurisdicciones.
En los reclamos participa también activamente el gremio ATE.
El Instituto Social Militar Dámaso Centeno surgió a fines del siglo XIX, como una institución para albergar y educar a huérfanos de militares (tras la Guerra del Paraguay). Actualmente cuenta con unos 1.057 estudiantes. Allí se graduó de perito mercantil, en 1992, la vicepresidenta Victoria Villarruel. Y también pasaron a finales de los 60, los músicos Charly García y Nito Mestre, entre otros alumnos ilustres.
