En el desembarco de La Libertad Avanza (LLA) en la campaña por las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires, el presidente Javier Milei apuntó contra el gobernador Axel Kicillof y le dedicó insultos, ironías y acusaciones durante el discurso de cierre del congreso libertario que se realizó en La Plata.
De cara a las elecciones del 7 de septiembre, el Presidente hizo un balance de su gestión y las medidas que tomó su Gobierno desde diciembre de 2023 a nivel nacional y las fue comparando con la gestión de Kicillof en la provincia de Buenos Aires.
«Hoy tenemos la tarea de llevar el modelo de la libertad a la provincia de Buenos Aires, donde gobiernan los mismos hace casi cuatro décadas, casi sin interrupciones y donde la sociedad exige un cambio. La realidad de la política bonaerense es como viajar en el tiempo al gobierno de Massa, la fiesta de privilegios, programas absurdos y gastos políticos lujuriosos que imperaban el gobierno nacional hasta 2023″, aseguró Milei cuando empezó a diferenciarse del mandato de Kicillof.
Los siguientes fueron los insultos, descalificaciones y contestaciones a sus críticas -como la paralización de la obra pública- que le dedicó Milei al gobernador bonaerense en el acto en La Plata:
- Le agradezco a mi amigo, el profe Espert, por ser nuestra punta de lanza en esta provincia injustamente castigada por décadas de desidia y que hoy atraviesa un pésimo presente bajo el mandato del pichón de Stalin, Axel Kicillof.
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Javier Milei calificó a Kicillof como «pichón de Stalin»
- Luego, tienen el tupé de corrernos con que nosotros no hacemos las obras. Digo, llevan casi 40 años, les cobraron impuestos para hacer todo tipo de obra y no les dieron nada… los cagaron de arriba de un poste.
- En términos financieros: la provincia es un desastre. Solo en el último trimestre del año pasado aumentaron su deuda en un 12,2%; lo que, traducido en pesos, es un incremento de 1.3 billones de pesos. Esto es impresionante porque son tremendamente brutos, pero son brutos; es decir, viven despotricando contra la deuda, pero son amantes del déficit fiscal, y cuando la deuda es hija del déficit fiscal, es decir, la disonancia cognitiva es tremenda. O sea, no conectan causa y efecto.
- Tienen un descontrol de los números, pero ¿qué quieren?, si el soviético suma con dificultad, no puede sumar ni con un ábaco. Si me corren un poco creo que (Kicillof) hasta tiene dificultades para hacer un cero con un vaso.
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Javier Milei: «El soviético suma con dificultad»
- Nunca se le pasó por la cabeza a este pelotudo (por Kicillof) bajar el gasto público. Nunca.
- Todo lo anterior no debe sorprender de un gobernador que, además de tener una cosmovisión soviética, ha decidido basar su estrategia en la oposición ciega a nuestro plan.
- Él se dedica a gastar lo que no tiene. Todo esto resumido en la estupidez supina de Kicillof de declarar, desde una postura francamente infantil de que más Estado siempre es mejor. Nada puede venir de alguien con razonamientos tan limitados.
- Son burros sin el atributo: Kicillof es el burro eunuco.
- Hablamos de una funcionaria pública de un área del Estado que no debería existir, a la cual le pagan el sueldo todos los bonaerenses, dedicándose a vandalizar con bosta el hogar de un diputado, en reclamo de la libertad de una condenada. Es totalmente lisérgico. Otra que “Lucy in the sky with diamonds”, o sea, de una cosa de loco. Es decir, Lennon y McCartney se quedaron cortísimos en Sargent Pepper.
- La provincia de Buenos Aires es el último bastión de este credo miserable e infeliz, que ha sido el modelo del Estado omnipresente en la Argentina: una promesa de igualdad que nos convirtió a todos en esclavos desposeídos. Kicillof es el último zar de la miseria, el heredero de un modelo condenado al fracaso, que destruyó todo lo que tocó. Está escondido en su Kremlin, que es el gobierno provincial, un monarca diminuto que priva a la gente de libertad por miedo a que ganen autonomía.
- Uno les suele decir que estas ideas socialistas —porque en el fondo son todos socialistas, pero de distinto color, de distinto pelaje— lo único que hacen es igualar para abajo. Y ellos jamás dicen eso: no dicen que quieren igualar para abajo, ellos dicen que quieren igualar para arriba. Esto lo voy a hacer, entonces, con un ejemplo bien básico, digamos, lo que se diría APB —o sea, apto para boludos—, es decir, creo que, si lo explico bien, lo va a poder entender hasta Kicillof. Bueno, no sé, por qué tiene problemas para entender la restricción de presupuesto.
- (Ante dos personas que ganan 50 y 50) Ustedes le quieren sacar 30 a uno para dárselo al otro, ¿qué va a decir el que gana 80? «No me voy a esforzar por 80, si me va a quedar 50»; y cuando haga 50, ¿la producción a cuánto me va a caer? A 70. ¿Y a cuánto va a terminar ese equilibrio? Va a terminar en 40. Es decir: todos pobres. Es decir, que el socialismo es la máquina de la pobreza. Y espero haber explicado el ejemplo que sea hasta apto para “kicillofes”.
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