Preocupación, escepticismo por baja de precios y rezos por el fin de la barrera

Luego de advertir que “la sanidad no puede reducirse al precio de un corte o a decisiones de coyuntura”, el gobierno de Río Negro manifestó su “preocupación” por el levantamiento de la barrera sanitaria para el ingreso de carne con hueso. Desde el sector rural, a primeras horas del día sus abogados comenzaron a trabajar un escrito para “recurrir” la resolución, a través de una presentación ante el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria de Argentina (SENASA). Al mismo tiempo, analizan recurrir a la Justicia Federal para frenar la resolución N°460/25 que dio por finalizado 22 años de restricciones. Los ruralistas mantuvieron una reunión en la noche del jueves y hoy planean hacer un encuentro virtual de todas las entidades de la Patagonia.

La letra chica de la medida establece una serie de requisitos para poder cruzar al sur del río Colorado que deben observar los frigoríficos, como someter la carne a un período de maduración de 24 horas y medir el tenor ácido, además de hacer sus envíos con doble empaquetado, debiendo ser el primero de ellos una bolsa al vacío.

Sólo los frigoríficos habilitados para exportar están en condiciones de cumplir con esas exigencias, y son además los que tienen mayor infraestructura. “Los que se benefician son los que tienen el ciclo 2, que es instalaciones para hacer el desposte, el envasado al vacío y el empaquetado”.

Eso va a marcar el futuro de la comercialización del asado o la aguja en tierras patagónicas: “Van a ser los supermercados los que marcarán los precios y seguro harán ofertas de asado como gancho para que el público compre el resto de la mercadería en sus locales”, razonó un especialista y consultor del sector.

Los que pueden verse afectados serán los carniceros tradicionales sin vínculos comerciales con estos grandes frigoríficos. Para ellos queda el camino de conectarse con distribuidores que vayan desde el sur a comprar camiones completos.

Se estima que el precio al sur estará conformado por el precio que hoy se paga al norte de la barrera, más el flete, más el costo de distribución, más lo que aplica el minorista. Lo cual haría imposible competir, en precio, con las cadenas de supermercados que están integradas a los frigoríficos. “El plus, en estos casos, es del 45 o 50%, por eso nosotros sostenemos que –por fuera de los supermercados- no habrá cambios significativos en los precios, y que todo el comercio de la carne podría concentrarse en algunos supermercados”, dijo el consultor.

Una de las primeras voces críticas a la medida surgió en Santa Cruz. Enrique Jamieson, presidente de la Sociedad Rural de Río Gallegos, expresó a LU12 AM680: “Estoy preocupado, te diría que molesto. Estábamos en un proceso de diálogo con Nación tratando de hacer ver lo peligroso de esta resolución”.

Mientras que, en la provincia de La Pampa, fue “un día de buenas noticias”. La ministra de Producción de la provincia, Fernanda González, manifestó: “Como pampeanos tenemos que estar contentos porque es un reclamo que se viene haciendo hace muchos años y por suerte hoy tuvimos una buena noticia. Esto permite el paso de ciertos cortes de carne, la resolución permite el paso de la carne que tiene hueso plano, que es el asado».

Estrategia equivocada

Para el gobierno de Río Negro el camino debería haber sido el inverso, al sostener que “la Argentina debería haber avanzado hacia un esquema nacional unificado de mayor calidad sanitaria”, por eso la flexibilización fue evaluada como “un retroceso que pone en riesgo la sanidad animal, el trabajo productivo y la proyección internacional de toda la región”.

EL desarrollo de la ganadería al sur del río Colorado permitió el avance de cultivos forrajeros en zonas desérticas con inversiones en riego y fertilización, y esas inversiones podrían verse afectadas. Así lo entienden desde el Ejecutivo rionegrino al afirmar que, defender la barrera “es un compromiso con la defensa del trabajo, la producción y la sanidad construida por los patagónicos. No se trata de una discusión política ni comercial: se trata de proteger un diferencial estratégico que costó años sostener, y que hoy no puede ser vulnerado por medidas que priorizan la inmediatez sobre la planificación”.

Por su parte, el santacruceño Jamieson se encomendó a Dios: “Ahora vamos a tener que rezar para que ninguna vaca se enferme al norte de la barrera, porque si eso pasa, vamos a estar en graves problemas”. Ocurre que al ser la Patagonia, zona libre sin vacunación, de surgir un solo brote de aftosa, se debería enviar al sacrificio a todo el rodeo patagónico por carecer de los anticuerpos necesarios.

«Da mucha claridad»

En Neuquén, el flamante secretario de Producción Diego García Rambeaud, dijo en declaraciones radiales que «lo que ahora sucedió es que los mercados internacionales dieron su respuesta de que no implicaba riesgo y que no cambiaba el estatus sanitario de Patagonia, si ingresa con su debido protocolo la plancha de asado, que es lo único que está habilitado en esta nueva resolución que salió hoy en el Boletín Oficial.

«La resolución de hace más de 90 días atrás quedó derogada. La actual resolución solo habilita el ingreso de la plancha de asado con un doble embalaje al vacío con una refrigeración y una maduración a menos de pH 6 y dando trazabilidad también desde la el animal antes de faena al animal faenado de que el animal sea apto», agregó.

Y opinó: «Así que es algo superador, es algo que se trabajó con toda la Patagonia y con el gobierno nacional. Entendemos que dio orden también a dejar en claro que la barrera no se levanta, que es una barrera fitosanitaria y que lo que se posibilita es el ingreso de esa plancha de asado con un protocolo bastante estricto y que es muy distinto a lo que por contrabando ingresa».

«Entonces, en ese sentido da mucha claridad es algo que entendemos que va a estar bien hecho. Ahora queda cómo se va a fiscalizar y cómo se va a controlar en los puestos de la barrera también para que eso ocurra de forma ordenada», dijo el funcionario.