El Gobierno busca reducir costos y simplificar la estructura del Estado. Se estima un ahorro del 50% en el funcionamiento del organismo.
El Gobierno nacional oficializó la reestructuración del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), que dejará de ser un ente autárquico para transformarse en una unidad dependiente de la Vicejefatura de Gabinete.
La medida, amparada en la Ley Bases, forma parte del plan general de achicamiento del Estado y apunta a reducir el gasto público sin, según el Ejecutivo, afectar los derechos de las comunidades originarias.
Según informó el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, el nuevo esquema permitirá mantener las funciones esenciales del INAI “a un costo hasta 50% menor para el contribuyente”.
“La concentración de funciones evita una estructura burocrática y administrativa propia, apoyándose en el organigrama ya existente”, explicó el funcionario.
Auditorías y control
Desde el Gobierno argumentan que la transformación se apoya en auditorías que habrían revelado falta de control, problemas de gestión y escasa rendición de cuentas dentro del organismo.
Entre las funciones que seguirán vigentes están:
La gestión de registros de comunidades indígenas
La articulación con provincias
La planificación de políticas públicas específicas
Además, se elimina el Consejo Asesor del INAI, que, según el decreto, estaba inactivo. En su lugar, se creará un Consejo de Coordinación con participación de distintos ministerios, gobiernos provinciales y representantes de comunidades indígenas.
Sin despidos, pero con recorte
El Gobierno aclaró que no habrá despidos de personal, y que se garantizará la continuidad de los programas vigentes. El cambio se presenta como una reorganización “más eficiente”, dentro del marco legal que habilita al Poder Ejecutivo a reducir el tamaño del Estado.