El Gobierno obtuvo este viernes el respaldo de los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) al histórico reclamo de la Argentina al Reino Unido, para que se abran negociaciones en torno a la soberanía de las Islas Malvinas.
En torno a este apoyo, se notaron varios hechos: por un lado, el canciller Gerardo Werthein, que si bien decidió mandar una delegación de más bajo rango que otros años a la Asamblea General de la OEA que tuvo lugar hasta este viernes en Antigua y Barbuda, se reunió días atrás con su nuevo secretario general, Albert Ramdin y le pidió ayuda.
Después, Argentina cambió su enfoque aislacionista si se tiene en cuenta que en la Asamblea General de la OEA del año pasado, en Perú, la ex canciller Diana Mondino fue intervenida por la Casa Rosada. se le ordenó que tuviera un discurso anti Agenda 2030, y recibió instrucciones de la hoy directora de Derechos Humanos de Cancillería, Úrsula Basset. Pese a que la letrada tuvo un poder político descomunal hasta la llegada de Werthein, ahora, se impuso el realismo por sobre la ideologización de la política exterior.
La abogada en derecho de familia, estuvo ausente este año y en cambio Werthein le dio protagonismo al embajador ante la OEA, Carlos Cherniak, que tiene experiencia y que el jueves condenó los regímenes autoritarios de Cuba, Nicaragua y Venezuela y reconoció a Edmundo González Urrutia como presidente legítimo por sobre Nicolás Maduro.
Al aprobarse la resolución, Cherniak sorprendió a todos al decir que les quería dar un abrazo a cada uno, lo que marca el nivel de stress que tienen los funcionarios argentinos a la hora de conseguir resultados frente a lo disruptiva y hasta agresiva agenda libertaria en la esfera regional y multilateral.
Javier Milei sólo tiene relaciones el continente americano con Donald Trump, Nayib Bukele y Santiago Peña. Pero como se vio ante el Comité de Descolonización de la ONU, en Nueva York, los países de la región -que también apoyaron recientemente la causa Malvinas pese a las críticas de Milei contra varios de ellos- suelen tener políticas exteriores menos pendulares que la Argentina.
En la #AsambleaOEA reiteré que, sobre la Cuestión de las Islas Malvinas, no debemos olvidar los principios fundamentales de la integridad territorial. La soberanía de Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y las áreas marítimas circundantes debe… pic.twitter.com/KQYafMP4Cf
— SG_OEA_OAS (@SG_OEA_OAS) June 27, 2025
Aún así, no dejó de llamar la atención que por primera vez en décadas, Brasil no fuera el país que presentara la resolución en la OEA por Malvinas. En ese sentido fue Perú el que tomó la iniciativa con una resolución que dejó de presentar en 1995 cuando, bajo el gobierno de Carlos Menem, tuvo lugar el escándalo de la venta de armas de Argentina a Croacia y Ecuador, que estaba en guerra con los peruanos. Treinta años después, y en el marco de la nula relación Lula da Silva – Milei, fue Dina Boluarte quien llevó la batuta de la defensa argentina por Malvinas, casi como su apoyo durante la guerra de 1982.
“La 55ª Asamblea OEA adoptó por aclamación una nueva Declaración sobre la Cuestión de las Islas Malvinas.”, afirmó el organismo y su nuevo secretario general, el surinamés Albert Ramdin, leyó luego un discurso en el que afirmó que reiteraba que, sobre la cuestión Malvinas “no debemos olvidar los principios fundamentales de la integridad territorial”. En ese sentido, señaló que “la soberanía de Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y las áreas marítimas circundantes deben ser reconocidas con base en el respeto al derecho internacional las declaraciones y resoluciones del sistema multilateral, y la integridad de todo este proceso.”. Y señaló que la Secretaría General apoyaba la declaración aprobada, y que ello era “coherente con su posición de larga data sobre este tema.”.
Discurso de la Delegación de la República Argentina durante la consideración del tema “La Cuestión de las Islas Malvinas” en el plenario de la 55° #AsambleaOEA, en 🇦🇬 Antigua y Barbuda.@Cancilleria_Ar, @ARGenOEA pic.twitter.com/jJQUKGuv9d
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Dijo: “Concedemos gran importancia a la expresión de solidaridad hemisférica con la República Argentina en este contexto, reconocemos la relevancia de un diálogo continuo y significativo, y reafirmamos nuestro compromiso con un compromiso pacífico y constructivo.”
Ratificó entonces que “la Secretaría al está lista para facilitar este proceso de resolución pacífica.”, lo que en realidad no va a ocurrir ahora porque el Reino Unido no habla de soberanía de las Malvinas con la Argentina, más bien el inicio de relaciones diplomáticas tras la guerra de 1982, está tuteladas por lo que se llama el “paraguas de soberanía. Por abajo de ello, se habla de todo, pero de soberanía, nada».
Por su parte, el canciller Werthein (asesorado en su discurso por la línea diplomática que acompañó al kirchnerismo como el cónsul en Nueva York Gerardo Díaz Bartolomé y el propio embajador Cherniak), agradeció este viernes en un tuit a la OEA y a la ONU.
«Las Malvinas son argentinas. Junio fue un mes importante para nuestro país en la Cuestión Malvinas: se aprobó por unanimidad una nueva resolución de respaldo a la posición argentina en el Comité de Descolonización de la @UN y, hoy, una nueva declaración oficial por aclamación», escribió.
Le agradeció a sus diplomáticos y agregó: «Estos avances reafirman la firme determinación del Gobierno argentino de avanzar, con convicción y diplomacia, hacia la recuperación plena del ejercicio de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.»
Después, el presidente Milei tuiteó contento. «LAS MALVINAS SON ARGENTINAS En lugar de nacionalismo de pacotilla y berreta, nosotros desde el Gobierno respondemos con acciones claras y resultados concretos. VLLC!». Se entendió allí una crítica al kirchnerismo, pero fueron esos mismos diplomáticos los que estuvieron por detrás de la letra que recibió el Canciller.