María Albina, jubilada de la villa balnearia, viene estudiando la actividad paranormal desde hace varios años. Su relato sobre una supuesta ciudad subterránea, a la que nombran Iberah.
María Albina habla de una ciudad subterránea llamada Iberah, en el medio de La Lobería.
A 60 kilómetros de Viedma, dentro del Área Natural Protegida de Punta Bermeja, se encuentra La Lobería, una pequeña villa balnearia habitada por apenas una docena de personas. Reconocida por su belleza natural, esta región alberga la colonia más grande de lobos marinos de un pelo de Sudamérica, con más de 4.000 ejemplares, y la mayor colonia de loros barranqueros del mundo.
Sin embargo, desde la pandemia de COVID-19, La Lobería comenzó a ser escenario de relatos menos convencionales. A los tradicionales testimonios sobre avistamientos de naves y fenómenos ufológicos, se sumaron nuevas voces que sostienen que en este lugar se oculta algo más: el acceso a la misteriosa ciudad de Iberah.
Una de esas voces es la de María Albina, docente jubilada, vecina de la zona y testigo de una experiencia que, asegura, le cambió la vida. En diálogo con NoticiasNet, compartió cómo fue su primer contacto con los Seres de Iberah y qué significado tuvo para ella.
«El contacto comienza por las naves, porque nosotros, si no creemos, no vemos. Los seres humanos hemos empezado a registrar el contacto con otras vidas en otros planos a través de las naves, pero eso no es lo único que existe», explicó María.
Según su relato, Iberah no es una ciudad tangible en el plano físico común, sino un vórtice multidimensional de alta vibración que se conecta con una red de ciudades intraterrenas y con el sol central de la galaxia.
Para María, Viedma y sus alrededores funcionan como “laboratorios energéticos”, donde la energía se transforma en información y queda registrada en lo que llama «discos solares», comparables a archivos cósmicos.
“Esa información corresponde a la nueva era, donde vamos a recuperar la conexión con los seres de las estrellas —las naves—, los seres de la tierra interna y los de todos los reinos, que también son conciencia”, agregó.
El primer contacto con los Seres del Iberah
Durante el 2020, en pleno confinamiento por la pandemia, María comenzó a profundizar su práctica espiritual a través de sesiones de sanación con códigos pleyadianos. Fue entonces cuando empezó a experimentar conexiones a través de la telepatía y la clariaudiencia.
«Esos seres se contactan a través de lo que nosotros conocemos como la clarividencia, telepatía o la clariaudiencia. Mi conexión es telepática y clariaudiente, muy de vez en cuando los veo», contó.
Con el tiempo, comenzaron a llegarle mensajes de distintas partes del mundo. “Me escribían de China, Rumania, EE.UU, para sanar. Y lo que a mí me fue pasando fue que yo sacaba los códigos y empezaba a trabajar sobre la columna vertebral… y me daba cuenta que no era lo que yo había aprendido que significaba cada código”.
Una serie de despertares en la madrugada marcó un punto de inflexión. Comenzó a recibir visiones de un lugar específico: la playa de La Lobería. Si bien ya había oído hablar de Iberah, nunca había sentido un vínculo concreto, en parte —según dijo— porque la forma en que se la presentaba le parecía “muy eclesiástica”.
Pero los mensajes se volvieron insistentes. “Empecé a escuchar una voz que me decía que el 4 de abril tenía que ir al anfiteatro y escribir”, relató. Ese día, domingo de Pascua, recibió una llamada de un joven de Mendoza que decía tener contacto con la ciudad de Isidrid y que, según sus propias palabras, “me estaba intentando ubicar porque me han indicado que sos la guardiana de Iberah”.
El 21 de junio de 2021, en una experiencia grupal que incluyó una meditación guiada en una zona entre La Lobería y Bahía Rosa, María vivió lo que describe como una experiencia fuera del cuerpo. “Sentí que mi ser salió de mi cuerpo y que entraba como si fuera a una cueva subterránea”.
Allí, afirmó, comenzó un contacto más directo con los Seres de Iberah:“Ellos se muestran como una luz que tiene un contorno, como si fuera un cuerpo físico, sin mostrarse con rasgos definidos. Todo lo que muestran como forma es información”.
“En otros mundos que coexisten con nosotros, los seres tienen otra forma, porque el contexto en el que viven es distinto. No es el mundo de la tercera dimensión, de la materia y los elementos. Son etéreos, no tienen la forma que tenemos nosotros”.
Lo increíble del relató, que sostiene que este tipo de encuentros no suceden con el cuerpo físico, sino a través de lo que define como teletransportación energética: “Tu cuerpo físico queda en el lugar geográfico y energéticamente entrás, ves y te muestran”.
Según explicó, los mensajes llegan como voces internas que se sienten claras, acompañadas de imágenes o figuras que quien las recibe debe decodificar.
Un fenómeno que crece
Estas vivencias, que para algunos son difíciles de creer y para otros una revelación espiritual, han ido ganando espacio en la comunidad. Actividades como el “UFO Café”, organizado por el ufólogo local Daniel Romero, reúnen a personas interesadas en el fenómeno, con vigilias y propuestas vinculadas al arte, la ciencia y lo paranormal.
El misterio de Iberah también ha influido en artistas como Juan Carlos Baglietto, Guillermo Albín —quien compuso “Sobre el Iberah”—, Lisandro Aristimuño y Manuel Espinosa, todos visitantes de la zona en busca de inspiración.
En junio de 2023, el legislador Marcelo Szczygol presentó un proyecto para declarar de interés turístico las actividades relacionadas con el turismo alternativo, energético y ufológico en la región, reflejando el creciente interés por una mirada distinta del territorio.
Entre la fuerza de la naturaleza Patagónica y las historias que apuntan a otras dimensiones, María Albina se convierte en una de las voces centrales del relato. El suyo es un testimonio que abre interrogantes, despierta curiosidad y, para quienes la escuchan, invita a mirar más allá de lo visible.
De puño y letra de la “guardiana de Iberah”
María Albina se ha convertido en el rostro visible de una experiencia que, para muchos, trasciende los límites de lo creíble. Su testimonio ha marcado un antes y un después en el relato ufológico de la región, y su figura resuena como referente en el campo de las experiencias multidimensionales.
Con formación académica sólida y una trayectoria profesional que va desde la docencia tradicional hasta las prácticas espirituales, María integra distintos saberes en una mirada integral sobre la evolución humana.
Toda esta experiencia espiritual, energética y de contacto será recopilada en un libro que María Albina presentará en octubre de 2025, según adelantó en exclusiva. La obra promete condensar años de vivencias, mensajes y revelaciones vinculadas a la ciudad de Iberah y a su propia transformación personal.
