
La decisión implica autorizar el traslado de costilla, asado y esternón, en tanto cumplan con estrictas condiciones sanitarias (maduración de la carne, el pH, el tipo de empaque y el origen de los animales sacrificados). Por ahora seguirán prohibidos los cortes con huesos largos, como el osobuco o el lomo con hueso.
La Resolución busca flexibilizar una restricción histórica, con el objetivo de favorecer la oferta y la disponibilidad de carne argentina de todo el país, manteniendo los estándares sanitarios de la región y sin generar impactos negativos en la producción ni en los mercados internacionales.

La decisión fue adoptada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, junto con el Senasa, tras un proceso de evaluación técnica y sanitaria.
En ese sentido, el Organismo nacional elevó consultas técnicas a las autoridades sanitarias de la Unión Europea, quienes respondieron formalmente que el nuevo esquema no altera las condiciones para el comercio ni afecta los protocolos vigentes con países del bloque.
Además, se consultó de manera formal a las autoridades sanitarias chilenas si la provincia de Tierra del Fuego podría continuar con el traslado de animales en pie hacia Chile para su posterior faena en Santa Cruz y la respuesta también fue positiva.