Podría haber volado todo por los aires si Tomás Almada no aprovechaba ese tremendo error del arquero de CADU, Mauricio Aquino, y evitaba una derrota que adquiría el rótulo de “papelón gigantesco” para Almirante Brown.
El Mirasol estuvo a un minuto de perder contra un equipo que llevaba 18 fechas sin ganar, que venía de cinco derrotas seguidas y que no convertía desde hacía 450 minutos. Y la igualdad llegó de carambola, por una falla grosera que le dejó el arco vacío a Chuchu, quien remató de zurda y mandó la pelota con suspenso al fondo del arco.
El trámite del encuentro de este sábado confirmó las realidades de ambos equipos: el cuadro matancero marcha antepenúltimo y el Celeste está un escalón más abajo. No se podía esperar mucho de los dos, es cierto, pero sí un poco más de La Fragata, que volvió a quedar en deuda en su nivel futbolístico.
Hasta la conquista de Lautaro Ceratto, a los 40 minutos del segundo tiempo, el equipo dirigido por Guillermo Szeszurak fue un manojo de voluntades que nunca supo cómo superar a un rival súper limitado.
En los minutos de transición hasta el empate de Almada, el Mirasol saboreó la catástrofe. El 1 a 1 apenas logró maquillar otra actuación vergonzosa. En definitiva, una nueva confirmación de que Almirante jugará por mantener la categoría de acá hasta el final del torneo.