
Desde la Patagonia, el arquitecto Maximiliano La Sala mira a Suecia y sigue cada detalle de la construcción de Stockholm Wood City, la ciudad de madera más grande del mundo: sus 250.000 metros cuadrados albergarán 7.000 oficinas, 2.000 viviendas, comercios, restaurantes y parques integrados, pensados para un estilo de vida conectado a la naturaleza. Inspirada en el concepto de las ciudades de 15 minutos, todo estará cerca para alentar las caminatas y el uso de las bicicletas y desalentar el del automóvil. Los primeros edificios estarán listos a principios del 2026 y el desarrollo urbano completo demandará 10 años y una inversión estimada en más de mil millones de dólares que se financiarán con inversión propia de la desarrolladora, créditos y la venta de los primeros departamentos y locales para solventar las fases siguientes.

El país nórdico lidera con este gigantesco emprendimiento de madera maciza (mass timber) la alternativa al hormigón y al acero, con una visión de arquitectura sustentable y ecológica que las cámaras forestales argentinas impulsan replicar en el país. Aunque hay experiencias incipientes, aún queda mucho camino por recorrer. Mientras tanto, Chile, con el peso de su historia de construcción en madera, tomó la delantera en la región en el desarrollo de los paneles CLT de madera laminada.
Suecia no está sola en la vanguardia mundial: en la pionera Austria, Estados Unidos, China, Portugal y Gran Bretaña ya se construyeron edificios y complejos basados en este nuevo concepto tecnológico, aunque ninguno del porte de Stockholm Wood City. Para el arquitecto Maximiliano La Sala, quien se mueve con sus proyectos entre el Alto Valle de Río Negro y Neuquén y la cordillera, la evolución del uso de los paneles CLT es la evidencia de lo que viene: “La madera es el futuro”, dice.
La alternativa sustentable al hormigón armado y el acero
«Creo que es un material que va a reemplazar en muchos tipos de usos al hormigón armado y al acero, por varias razones. En primer lugar porque es un producto sustentable, que puede renovarse con reforestaciones y podemos seguir teniendo ilimitadamente. No solo es sustentable en su producción, sino que también el árbol absorbe dióxido de carbono del aire y libera oxígeno, lo que lo vuelve indispensable para combatir el calentamiento global sin dejar huella de carbono en su producción, a diferencia de materiales como el hormigón que deja una huella de carbono enorme. Dicen los estudios que por cada metro cúbico de hormigón que se genera, se emite una tonelada de dióxido de carbono al medio ambiente. El uso de la madera deja una huella negativa, es decir que su producción absorbe más dióxido de carbono de lo que emite su procesamiento«, dice el arquitecto La Sala.

La utilización de los paneles CLT
«Además de las razones ecológicas, la tecnología de la madera está experimentando nuevas formas de utilizaciones como el CLT, que es una forma de armado de paneles enormes que se utilizan como paredes, entrepiso tipo losas de hormigón armado, techos y columnas, todas construidas con tablas, que pegadas en forma laminada y cruzada, pueden adquirir resistencia aún mayores al hormigón armado. Hay ejemplos de edificios de quince pisos construidos íntegramente en madera con este sistema, y se va a construir un barrio entero en Suecia con esta tecnología, sin el uso de hormigón ni acero estructural», explica el arquitecto..

Qué ventajas constructivas ofrecen los paneles de madera laminada
Con el desarrollo de tecnologías de laminado tanto lineales como cruzadas, se pueden formar piezas de gran tamaño y formas ilimitadas que se pueden adaptar a cualquier tipo de proyecto, fabricadas con pequeñas tablas de madera unidas. Esto lo hace un producto 100% aprovechable y prácticamente sin desperdicios en su fabricación. Es a partir de estas nuevas tecnologías que la madera comienza a tomar una nueva dimensión para su uso, describe el arquitecto La Sala.

«Una de las ventajas constructivas que tiene es su menor peso respecto a otros materiales. Por ejemplo, un m3 de hormigón pesa aproximadamente 2,4 toneladas, mientras que un m3 de CLT pesa 400 kilos, y si entrega la misma resistencia, es mucho más conveniente porque reduce costos generales y de las fundaciones al reducir el peso del edificio. También es mucho más eficiente térmicamente que el hormigón y el acero, lo que ayuda a un menor consumo de energía. Y finalmente, como toda construcción en seco, el tiempo se reduce significativamente respecto a la construcción tradicional húmeda», continúa.
Cómo evolucionaron los sistemas para controlar eventuales incendios
«Si bien no soy especialista, he leído bastante sobre la madera y la estoy utilizando en construcciones en la cordillera. Lo que dicen los estudios realizados es que el fuego en la madera avanza 0.7 a 0.8 milímetros por minuto, y cuando comienza a carbonizarse, el carbón actúa como aislamiento, retrasando el inicio del calentamiento del núcleo de madera. Cuando se construye con paneles laminados cruzados, las capas exteriores actúan encapsulando el núcleo interior resistente. También se utilizan tratamientos ignífugos que hacen este mismo efecto de encapsulamiento retrasando el encendido de la madera. Es decir que la madera es un material predecible que se comporta bien y da tiempo al sofocado del fuego
encendido de la madera», explica el arquitecto.

Qué conclusiones se pueden obtener de los desarrollos con madera en Chile
«Básicamente en Chile es donde primero se desarrolló este tipo de tecnología dentro de la región para la implementación en el uso constructivo. Ellos tienen 2,5 millones de hectáreas forestadas para la extracción de madera y su industria comenzó a adaptar estas formas de procesar la madera para laminar y formar paneles de CTL hace cerca de 15 años. Tanto en el uso tradicional de madera como en los sistemas laminados, Chile es un especialista y creo que han logrado expresar con arquitectura un lenguaje propio y contemporáneo muy interesante. Me gusta mucho su arquitectura contemporánea de madera, tanto en la Patagonia como en regiones costeras más cercanas a Santiago», dice el arquitecto La Sala.

El uso de los paneles CLT y la madera tradicional en la Patagonia
«Ya hay una empresa -Novak CLT, en Plaza Huincul-, que con el asesoramiento del INTA Bariloche, hicieron la primera experiencia de paneles laminados cruzados CLT», dice el arquitecto La Sala. Y agrega: «Todavía no está popularizado el uso de este tipo de paneles, pero creo que no va a tardar demasiado tiempo en que se conozca su uso y beneficios y se comience a utilizar con mayor escala, sobre todo en las zonas de nuestra cordillera donde el clima a veces nos obliga a ser más creativos. Independientemente del uso de paneles, la madera en sus formas tradicionales de empleo, es un material que necesariamente debe reemplazar a otras tecnologías que no son tan amigables con el medioambiente y que además son recursos finitos».