Con motivo del Día Internacional del Orgullo LGBT+, y a nueve años de la primera marcha contra los travesticidios, referentes de La Matanza salieron a las calles para reafirmar el compromiso con “la diversidad, el respeto y la igualdad”. “Cada paso, cada bandera, cada consigna será un acto de resistencia ante el odio hacia nuestras existencias travestis y trans”, destacaron.
“¡Basta de travesticidios!”, fue la consigna que unió a miles frente al Congreso de la Nación. “En aquel momento, habíamos impulsado una marcha para exigir justicia por el asesinato de nuestra compañera Diana Sacayán. Esto se sostuvo en el tiempo a través de otros pedidos de justicia y visibilidad sobre los crímenes de odio y muertes evitables”, expresó Florencia Guimaraes García, activista, impulsora de la marcha del orgullo de La Matanza y presidenta de la Asociación Civil La Casa de Lohana y Diana, en comunicación con El1.
En el marco de esta fecha, referentes matanceras desarrollaron una actividad artística denominada “Arte y memoria ante los discursos de odio” en la sede Congreso de la UTE. “Fue una jornada maravillosa en donde pudimos invitar a artistas travestis y trans para que desarrollen su arte”, celebró Guimaraes García. En tanto, señaló que desde el Gobierno local “no ha habido acciones concretas referidas al Día Internacional del Orgullo”.
“Esto es algo que nos sigue preocupando. Es por eso que interpelamos a nuestras autoridades a que levanten las banderas de la diversidad, sobre todo en un contexto nacional de hambre, ajuste, represión, persecución y quita de políticas públicas hacia nuestra población, lo cual es terrible”, alertó.
La realidad de la comunidad LGBT+ en La Matanza
En este contexto, consideró “preocupante” la profundización de la pobreza que atraviesan las personas del colectivo LGBT+ a nivel nacional, pero sobre todo en el territorio matancero. “Es muy triste porque desde espacios como nuestra asociación civil no podemos llegar a ayudar a aquellas compañeras adultas mayores que subsisten de la prostitución”, aseguró.
Asimismo, consideró que la ayuda a nivel local es “escueta”. “No contamos con una respuesta concreta hacia las demandas vinculadas al acceso al trabajo, a la salud, a la educación y a la buena alimentación. Todo esto nos preocupa, sobre todo en este contexto en el que ya no tenemos un Estado nacional que nos acompañe”, explicó.
Mientras tanto, Guimaraes García alertó sobre la situación que atraviesa el espacio físico de la asociación civil que integra. “Alquilamos esa casa y, muchas veces, dependemos del aporte de personas generosas para sostenerla. Actualmente, la continuidad de nuestro espacio está en peligro, por eso interpelamos al Estado municipal. Debe haber una retribución hacia nuestro sector para poder seguir trabajando para la propia comunidad, siempre en articulación con el Estado”, cerró.