La remuneración de los senadores argentinos se ha convertido en un tema de creciente interés, especialmente a la luz del reciente estudio difundido por Directorio Legislativo, que arroja nueva luz sobre las disparidades salariales en América Latina. Según este informe, los senadores argentinos que aceptaron el último aumento salarial se encuentran entre los mejor pagos de la región, ocupando el sexto lugar en un listado que incluye 15 países. El ranking es encabezado por Colombia, México, Uruguay, Brasil y Perú, cuyos legisladores gozan de salarios más altos.
La dieta mensual actual que perciben aquellos senadores que aceptaron el incremento asciende a 7.999 dólares estadounidenses, una cifra significativamente superior al promedio regional de 7.169,40 dólares. En un agudo contraste, los parlamentarios bolivianos perciben tan solo 3.379 dólares, colocándolos en el extremo inferior de la escala.
Un fenómeno notable en la Argentina es la existencia de una doble disparidad dentro de sus propias cámaras legislativas. Esto es producto de una resolución que permite a los senadores aceptar o rechazar los aumentos salariales otorgados al personal legislativo en general. Aquellos que optaron por mantener sus sueldos sin modificación reciben un ingreso mensual de 6.621 dólares, por lo que existe una diferencia sustancial en comparación con sus colegas. En el ámbito de los diputados, la remuneración mensual es de 4.787 dólares, lo que añade otra capa de inequidad dentro del Congreso.
El estudio realizado resalta que Argentina es uno de los pocos países en la región donde no solo existen diferencias salariales entre sus cámaras legislativas, sino que estas también se presentan al interior de una misma cámara, algo poco común en América Latina. El reciente acuerdo paritario firmado por los gremios del personal legislativo ha introducido un incremento adicional para los senadores que eleva este panorama a cifras aún más notables.
Comparando todos los ingresos, el promedio resultante para Argentina alcanza los 6.469 dólares mensuales, lo que ubica al país en el décimo puesto del ranking. Sin embargo, en países como Colombia, los legisladores alcanzan cifras tan altas como 11.884 dólares mensuales, siendo este país el más destacado en el continente en materia de remuneraciones legislativas. Por otro lado, Paraguay y Bolivia experimentan el lado opuesto del espectro salarial, sufriendo los ingresos más modestos de la región.