Esta planta de flores anaranjadas es un clásico de la medicina natural. Conocé cómo prepararla y usarla correctamente para aprovechar sus propiedades cicatrizantes y digestivas.

Foto: Freepik.
Redacción El País
Con sus flores de un naranja encendido, la caléndula (Calendula officinalis) no solo alegra jardines: desde hace siglos se la valora por sus efectos terapéuticos. Originaria de Europa y el norte de África, esta planta herbácea de la familia de las asteráceas hoy se cultiva en muchas regiones del mundo, incluido Uruguay, tanto con fines decorativos como medicinales.
Su fama como aliada natural para tratar dolencias no es casual: contiene compuestos activos como flavonoides, triterpenos, carotenoides y aceites esenciales, responsables de sus efectos antiinflamatorios, cicatrizantes, antisépticos y antifúngicos.
Por estas razones, la caléndula se emplea tradicionalmente para aliviar irritaciones cutáneas, heridas leves, quemaduras, picaduras de insectos, dermatitis y eccemas. También se usa para calmar molestias digestivas, aunque en este caso se recomienda consultar previamente con un profesional de la salud.
Cómo aprovechar sus propiedades curativa
La caléndula puede aplicarse de forma externa o consumirse en forma de infusión, siempre siguiendo ciertos cuidados.
- Uso externo
- Compresas con infusión: Se prepara una infusión con dos cucharadas de flores secas en una taza de agua caliente. Una vez que se enfría, se puede aplicar con una gasa o paño sobre la piel afectada por heridas, erupciones, quemaduras o picaduras.
- Pomadas o ungüentos: Existen preparados comerciales a base de caléndula, pero también se pueden hacer en casa. Son útiles para tratar zonas irritadas, eccemas o quemaduras solares. Se recomienda aplicar una pequeña cantidad sobre la piel limpia, entre dos y tres veces al día.
- Baños de asiento y enjuagues: La infusión también puede utilizarse en baños de asiento, especialmente útiles en casos de irritación en áreas íntimas. Asimismo, funciona como enjuague bucal para aliviar aftas, gingivitis o úlceras.
- Aceite de caléndula: Es ideal para masajes suaves en zonas inflamadas, o simplemente para hidratar y calmar pieles secas o sensibles.
Caléndula. Foto: Freepik.
- Uso interno (con control médico)
- Té digestivo: Una o dos cucharaditas de flores secas por taza de agua caliente, reposadas unos 10 minutos, forman una infusión útil para aliviar gastritis, acidez o molestias estomacales.
- Gárgaras para la garganta: La misma infusión puede usarse tibia para realizar gárgaras varias veces al día, aliviando inflamaciones o infecciones leves en la boca y garganta.
Precauciones a tener en cuenta
Aunque se trate de una planta natural, no está libre de contraindicaciones. No se recomienda su uso interno en mujeres embarazadas o en período de lactancia, ni en personas alérgicas a las asteráceas (grupo al que también pertenecen la manzanilla y la margarita).
Ante cualquier duda, lo más prudente es consultar con un médico o fitoterapeuta, especialmente si se está bajo tratamiento o se padece alguna condición crónica.
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