La comisión de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona ha dado luz verde en su reunión de hoy a la aprobació inicial del Plan Especial Urbanístico de ordenación de las actividades de pública concurrencia, comercios alimentarios, servicios turísticos y otras actividades en el distrito de Ciutat Vella.
Con este trámite se prorrogan las suspensiones vigentes en todo el distrito para nuevas licencies de salones de manicura y/o pedicura, venta de productos para el cultivo de cánnabis y relacionados, y tiendas de carcasas, fundas y complementos para teléfonos móviles. Esta moratoria está vigente desde julio del año pasado.
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También se mantiene la suspensión de todas las licencias para nuevas actividades en la Rambla prácticamente hasta que finalice la reforma del paseo. La excepción se aplica, no obstante, a las nuevas actividades culturales, que dejan de estar suspendidas con este trámite. En concreto, se podrán autorizar en la Rambla actividades de café-teatro, sala de conciertos, espectáculos musicales, audiciones con asientos, audiovisuales, galerías de arte, teatro, circo o similar, creación artística y literaria, actividades de museos, archivos y bibliotecas, librerías y centros de difusión cultural, entre otros.
El documento, aprobado en la última comissió de gobierno del mes de junio y publicado en el Butlletí Oficial de la Província de Barcelona esta semana, tendrá que superar ahora el preceptivo período de exposición pública durante el verano. La aprobación definitiva por parte del pleno municipal podría hacerse a finales de este año o comienzos del 2026.
El pulso de Ciutat Vella
Un 43,7% de las actividades son de restauración
Ciutat Vella cuenta con 3.102 actividades económicas censadas en todo el distrito, de las cuales 1.357, un 43,7%, corresponden a actividades de restauración, y 720 a comercio alimentario. Otros 498 son establecimientos turísticos y de comercio cotidiano no alimentario. Del totoal de actividades total en todo el distrito, por barrios, 1.104 actividades se concentran en el barrio del Raval, seguido de 856, en el Gòtic.
Según el gobierno municipal, el nuevo Plan de Usos de Ciutat Vella propone pasar a una única regulación para todo el distrito con dos ejes estratégicos singularitzados: la Rambla, en obras de reforma, y la Via Laietana, que esta semana ha estrenado su nueva configuración. El objetivo es “potenciar la variedad de usos comerciales y corporativos” para la nueva Via Laietana y “reforzar la Rambla como futuro eje de actividad cultural, para encarar la transformación después de las reformas urbanísticas”.
El nuevo Plan de Usos de Ciutat Vella afronta los impactos no solo de las actividades nocturnas sino el conjunto de externalidades, incluidas las diurnas, que provocan establecimientos como los de la venta de souvenirs, las tiendas de accesorios de móviles, los growshops (comercios de venta de productos cannábicos) y las asociaciones destinadas al consumo de este producto. El propósito final, insiste el Ayuntamiento de Barcelona, es “evitar el monocultivo comercial instalado en algunas zonas del distrito”.