
Barcelona
“Sabemos lo que había, pero no sabíamos si lo encontraríamos”. Con esta frase, el responsable del servicio de arqueología del Ayuntamiento de Barcelona, Josep Pujades, hace referencia a la intervención arqueológica que se realiza en los jardines del Doctor Fleming en el barrio del Raval con motivo de la reurbanización de este espacio. Y en este caso sí que ha habido hallazgos arqueológicos. Lo más llamativo son los numerosos restos óseos encontrados en dos espacios de los jardines en las zanjas abiertas para instalar la futura recogida neumática de basura.
En un lado, hasta ahora se han localizado 25 fragmentos de esqueletos, entre los que hay hombres, mujeres y niños. Estos individuos están asociados al cementerio del antiguo hospital de la Santa Creu, conocido como el corralet, destinado a las personas sin recursos. Los cuerpos estaban enterrados en tumbas simples o ataúdes de madera y colocados uno encima de otro debido a la densidad del espacio.
De momento, la intervención arqueológica ha excavado 2,5 metros de profundidad, pero lo hará un metro más por lo que se espera que aparezcan más restos óseos, que datan del siglo XVIII. Con ellos, había objetos personales como rosarios o medallas.

Los restos óseos encontrados en una antigua cisterna que se usó como fosa común
Gorka Urresola / Propias
La directora de la intervención arqueológica, Vanesa Triay, de la empresa Atics, explica que estos descubrimientos confirmarían que el cementerio del corralet funcionó más tiempo de lo que se creía e incluso eludió el decreto del rey Carlos III que prohibía desde 1775 los enterramientos dentro de murallas. La obra Dictamen de la Academia médico-práctica de Barcelona (1784) ya avisaba sobre la saturación del corralet, sus problemas de su salubridad y las quejas de los vecinos por el mal olor.
“Todos los que mueren en el Hospital sin tener dinero alguno (que son los mas) se entierran en cierta parte del lugar llamado Corralet, en donde hay un gran hoyo en que se echan y se les cubre con poca tierra. Este lugar llena de un vapor pútrido a todas las casas de las calles del Carmen y Cervelló sus vecinas…”, recoge el dictamen. “La documentación escrita y la documentación arqueológica van de la mano”, ha destacado Triay.

En algunos cuerpos enterrados había objetos personales como rosarios o medallas
Gorka Urresola / Propias
A unos pocos metros, se ha localizado una gran cisterna que cuando quedó en desuso a mediados del siglo XIX se usó como fosa común y se lanzó una gran cantidad de huesos humanos. Por el momento, se ha contabilizado una docena de individuos. Los arqueólogos trabajan con la hipótesis de que estos restos probablemente procederían del antiguo cementerio cuando se decidió reconvertirlo en un patio aunque también se contempla la posibilidad de que habría algunos cadáveres diseccionados de la Real Academia de Medicina cuando ya no disponía de un cementerio propio.

Arqueólogos trabajando en los jardines del Doctor Fleming del Raval
Gorka Urresola / Propias
Los fragmentos óseos se extraerán y serán analizados en el centro de conservación de la Zona Franca. Los expertos destacan que estos descubrimientos permitirán profundizar sobre la historia sanitaria de la ciudad, sus prácticas médicas así como las patologías asociadas a la población de aquella época y cuestiones relacionadas con la alimentación.

Los restos óseos encontrados durante la intervención arqueológica
Gorka Urresola / Propias
Entre otras actuaciones, la remodelación de los jardines del Doctor Fleming contempla la renovación de toda el área infantil con nuevos juegos, así como ampliar la superficie de pavimento blando e instalar una mesa de juegos adaptada.