6.7 C
Buenos Aires
viernes, julio 4, 2025

El nieto de Carlos Monzón hace de boxeador en una obra y ahora quiere pelear de verdad: “Voy a ser la nueva cara del boxeo argentino”

Más Noticias

Ves la obra donde está el nieto de Carlos Monzón y es fuerte la imagen de un tipo que podría ser flor de negocio para el boxeo profesional. La obra es chiquita, independiente, se llama Fájense y se presenta cada viernes en el Espacio Callejón.

Agustín Monzón, de él se trata, tiene dos o tres parlamentos. Habla poco, pero se la pasa toda la obra en cuero ocupando en centro de un ring de ficción. Más que recordar, uno imagina que debe entrar en calor. En cuero y pantaloncitos como los del célebre abuelo. Son parecidos, Agustín, un poco más alto que Carlos, un metro ochenta y ocho. El alcance de brazos es idéntico.

La platea en bufanda y el muchacho aceitado haciendo, literalmente, un teatro físico. Fájense está basada en un cuento de Abelardo Castillo. “Una coreografía pugilística”, la define alguien.

Agustín llega al bar y se agacha para saludar. Tiene 24 años, modos muy suaves. Se lo percibe con otro ritmo, relajado, ¿Cuántas veces lo habrán tentado para seguir el camino de su abuelo? Imaginate, le decís, el Luna Park reabriendo sus puertas con una velada donde pelea el nieto ‘e tigre. Sonríe.

Para separarse del vuelo comercial de Rocky en la calle Corrientes, Fájense se vende como «una obra de boxeo argentino”. Jacinto El Negro Ortega se dirime entre el honor y el dinero. Los reflectores de la victoria o la lona. La sinopsis habla de “un tango con aroma cuartetero y un viaje al mítico estadio Luna Park”. La noche donde se cruzan los sueños y las frustraciones, donde todo se resolverá a los golpes. La dramaturgia es de Maxi Rofrano. Actúan también Lorenzo Martelli, Santiago Maurig, Federico Milman, Leandro Orellano y Fabián Petroni.

La literatura boxística tiene tiene una épica que nunca pudo alcanzar ningún cuento de fútbol. Los relatos pelotísticos -sólo pensarlos con la voz de Alejandro Apo- tienden a un romanticismo falso, opacado por el negocio. Nunca hay hipocresía ni cinismo. El dinero es un tema menor. Los jugadores de la ficción son capaces de morir por la camiseta. Si te descuidás, todavía los escriben pateando una pelota de trapo. El boxeo es otra cosa. Pese a su parafernalia continúa siendo la representación más sincera de saber ganarse la vida a cualquier precio.

Agustín Monzón y un poster de su abuelo. No llegó a conocerlo, pero sus familiares le dicen que tiene muchas cosas de él. Foto: Martín Bonetto
Agustín Monzón y un poster de su abuelo. No llegó a conocerlo, pero sus familiares le dicen que tiene muchas cosas de él. Foto: Martín Bonetto

El coqueteo con Susana Giménez

Silvia es la hija primogénita de Carlos Monzón, fruto de la relación del boxeador con Mercedes Beatriz García, conocida como Pelusa. Agustín es su hijo. Debutó en la serie Monzón a los 16 con un papel muy chiquito. “Grabé cinco escenas y fue una experiencia buenísima”. Sin embargo captó la primera atención mediática desde la tele por haber sido el último eliminado de Survivor, Expedición Robinson. También por haber ido al living de Susana Giménez.

-¿Buena onda ella?

-Sí, copada Susana.

-Dicen que coqueteaste…

-Sí, pero jodiendo, jajaja. Ella es muy carismática, muy dada. Me hizo sentir que le tenía mucho cariño y respeto a mi abuelo. Compartí un lindo momento con ella y, además tuvo, un lindo gesto cuando mi mamá tuvo un cáncer: Susana le mandó la peluca.

Agustín Monzón se vino de Santa Fe a Buenos Aires con su sueño de ser actor. Aquí trabajó como bachero y estudió con Claudio Tolcachir y Verónica Pelaccini. Foto: Martín BonettoAgustín Monzón se vino de Santa Fe a Buenos Aires con su sueño de ser actor. Aquí trabajó como bachero y estudió con Claudio Tolcachir y Verónica Pelaccini. Foto: Martín Bonetto

-¿Siguen en contacto?

-Sí.

-¿A ver, la tenés en el WhatsApp?

-(Serio) Prefiero dejar esas cosas para la intimidad.

Doble de riesgo y primeros papeles

Se presenta como «actor y doble de riesgo». En este último rol tuvo una breve aparición durante un flashback de Malvinas en El Eternauta. Ahí saludó a Ricardo Darín y se quedó para ver cómo trabajaba. “Un espectáculo. Lo vi cómo se movía por el set. Si yo le decía al Agustín de 18 años que iba a compartir una grabación con Darín no se lo hubiera creído ni en pedo”.

Con Juan Minujín compartió una escena en la serie de Guillermo Coppola. En la película Más respeto que soy tu madre hizo un bolo. “Florencia Peña es admirable, grossa, grossa. No sé, me alucinaba cómo podía acomodarse a cualquier circunstancia. No hablo de improvisación, sino de una enorme capacidad de, no sé, de adaptación».

Agustín Monzón, en Agustín Monzón, en «Fájense», la obra teatral en la que trabaja.

-Conociste gente importante…

-Hasta ahora tuve papeles chiquitos en grandes proyectos y eso ayuda a nutrirse.

Un Monzón haciendo casi de Monzón en una sala para no más de 50 personas. Durante la función se percibe el murmullo de las grandes veladas. “Es más grandote que el abuelo”, se escucha. El teatro, de a ratos, tiene el ruido ambiente de la Federación de Box. La pelea se fragmenta poéticamente a lo largo del cuento actuado. Monzón Jr. tira jabs y avanza sobre su rival con las piernas largas de su abuelo.

Nació en 2001. Agustín no conoció al familiar famoso, que murió en 1995 en un accidente de tránsito durante una salida transitoria del penal donde cumplía condena por el asesinato de Alicia Muñiz. Agustín creció en Santa Fe, todo el mundo le hablaba de boxeo. «No fue algo de repente, pude ir armando el rompecabezas. Me di cuenta el peso del apellido en la escuela. El mío en realidad es Gómez, por mi papá. Pero me decían Monzón y quedó”.

No vio las peleas, no todas.Tampoco recuerda «exactamente» cuándo murió. “Tengo cosas de él. Me gusta usar zapatos y pijama, y me sueno los dedos de manera parecida. Bah, eso me dicen mamá y mi abuela Pelu».

Agustín Monzón se tiene fe y cree que puede ser la nueva cara del boxeo argentino. Foto: Martín BonettoAgustín Monzón se tiene fe y cree que puede ser la nueva cara del boxeo argentino. Foto: Martín Bonetto

-Hay un ADN indudable…

-Sí.

-¿Ese apellido abre puertas?

-En la actuación, no, en absoluto. Vine como un muchacho del interior a desarrollar mi vocación, viví en un hostel, trabajé de cualquier cosa para pagar mis estudios.

Hora de pelear en serio

A los 17 años, cuando terminó la secundaria, se mudó a Buenos Aires. Tuvo de profesores a Claudio Tolcachir y a Verónica Pelaccini mientras trabajaba de bachero en un bar. Justo antes de entrar a Survivor estuvo colaborando en una fundación con un proyecto en el que hacía una obra de teatro para concientizar a los jóvenes sobre el consumo problemático de alcohol. “A la par hacía castings y tomaba clases de canto”.

-¿Por qué actuar y no directamente boxear?

Me gusta mucho el teatro físico. De la Guarda, Fuerza Bruta. Le tengo ganas al clown para poder romper con cualquier estructura mental. Al ser doble de riesgo, poner el cuerpo tiene mucho que ver conmigo. Pero te voy a decir algo -y hace una pausa larga-: me animaría a decir que voy a ser la nueva cara del boxeo argentino. Haciendo esta obra, la verdad es que me picó el bichito, como si el ring fuera un escenario más. Tuve que entrenar para Fájense, hacer guantes y empezó a suceder. Mi abuelo primero fue boxeador, quizás por la falta de posibilidades, y después actor. Es el mismo multiverso al revés: gracias a mis posibilidades, y a mi historia de vida, yo puedo elegir. Y quiero boxear.

Agustín Monzón visitó el living de Susana Giménez y coqueteó con la diva. Agustín Monzón visitó el living de Susana Giménez y coqueteó con la diva. «Fue jodiendo», se desmarca. Foto: Martín Bonetto

-¿Es una primicia?

-Llamalo destino, legado. Llamalo como quieras. Ahora te dejo a vos y me voy a entrenar al gimnasio. Te decía: en el ambiente de la actuación ser quien soy no abre puertas. Bueno, en el ambiente del boxeo sí siento el abrazo de un pasado muy poderoso. Además me comentan que soy parecido físicamente.

-¿Te tentaron?

-Sí todo sale bien, a fin de año tendré mi primera pelea con el hijo del Chino Maidana, que tiene más o menos mi misma edad y ya debutó en un evento no profesional. Yo no hice peleas amateurs, pero no me dan miedo los desafíos. Esta es la primera vez que me hago cargo de ser un Monzón. Siento que cumplí cierto logros personales y encima me tocó Fájense, bueno, entonces me hago cargo y me meto en el Mundo Monzón.

«Fájense» se presenta los viernes a las 22 en Espacio Callejón, Humahuaca 3759.

Redacción

Fuente: Leer artículo original

Desde Vive multimedio digital de comunicación y webs de ciudades claves de Argentina y el mundo; difundimos y potenciamos autores y otros medios indistintos de comunicación. Asimismo generamos nuestras propias creaciones e investigaciones periodísticas para el servicio de los lectores.

Sugerimos leer la fuente y ampliar con el link de arriba para acceder al origen de la nota.

 

- Advertisement -spot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisement -spot_img

Te Puede Interesar...

Buenos Aires espera un viernes fresco con nubosidad en aumento

Según el Servicio Meteorológico Nacional, este viernes 4 de julio se presenta frío en la Ciudad de Buenos Aires,...
- Advertisement -spot_img

Más artículos como éste...

- Advertisement -spot_img