Según el Servicio Meteorológico Nacional, este viernes 4 de julio se presenta frío en la Ciudad de Buenos Aires, con temperaturas que irán de 6 °C a 13 °C, cielo parcialmente a mayormente nublado y vientos del norte.
El fin de semana trae nubosidad variable y posibles chubascos a partir del lunes, sin cambios bruscos en el termómetro.
La jornada arranca con cielos cubiertos y escasa amplitud térmica, típica del invierno bonaerense. El viento del norte, aunque mitigará algo la sensación térmica, no alcanzará para hacer subir significativamente las temperaturas, que continuarán bajas, especialmente por la mañana.
Para el sábado y domingo se espera un patrón de nubosidad persistente, con mínimas entre 7 °C y 9 °C y máximas de 12 °C a 15 °C. Las lluvias no se pronostican hasta el lunes, cuando podría registrarse un leve descenso térmico acompañado de precipitaciones.
Si bien el pronóstico anuncia un leve ascenso térmico, las temperaturas seguirán en niveles fríos, compatibles con un invierno riguroso. Sin embargo, lo más preocupante no es el clima, sino la ausencia de gestión estatal efectiva. En lugar de prevenir y mitigar, se repite el patrón de subejecución: promesas sin fondo, seguimiento deficiente, partidas que no se destinan y poblaciones expuestas. Las condiciones climáticas extremas, si bien son un desafío meteorológico, se vuelven una crisis social cuando no se acompañan de medidas reales. El pronóstico alerta: el test será político, no solo meteorológico.