El Foodback, el centro contra el despilfarro alimentario de Mercabarna, el Banc dels Aliments y la fundación Formació i Treball, que propicia que personas en riesgo de exclusión social trabajen allí, recuperó 837,6 toneladas de frutas y verduras durante el año pasado, según datos presentados este jueves.
Este equipamiento, inaugurado en el año 2022, sirve para recoger los excedentes de los mayoristas del polígono alimentario. Estos alimentos fueron distribuidos entre 116.007 personas vulnerables a través de más de 300 entidades repartidas por el territorio.
Beneficio social y ambiental
La directora del Banc dels Aliments, Elisabet Viladomiu, ha reivindicado la repercusión ambiental de la recuperación de alimentos, que se une a la social. Según ha explicado, por cada kilo de comida que no acaba en la basura, se ahorran dos de emisiones de CO2.
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“Hay muchas personas que necesitan ayuda alimentaria mientras que como país estamos despilfarrando muchos alimentos”, ha reivindicado Viladomiu, poniendo en valor la tarea de organizaciones como el Banc dels Aliments.