Mientras el PSC y Barcelona en Comú, antiguos socios de gobierno municipal, siguen a la greña para exculparse del fiasco de la reforma de Pi i Margall, Junts per Barcelona, ERC y el PP les censuraron este viernes por un error que costará un millón de euros a las arcas municipales tan solo un año y medio después de acabarse las obras.
Fue en una sesión extraordinaria del consejo del distrito de Gràcia, con la aprobación de un texto que exige responsabilidades políticas que se decidió por el voto de calidad de la presidenta, Victòria Alsina (Junts). Y es que socialistas y comunes sí que se pusieron de acuerdo para votar en contra de los reproches.
PSC y BComú se siguien exculpando del fallo
“Usted es la máxima responsable. Si no sabe gestionar, de un paso al lado”, le espetó Elisenda Graell (Junts) a Laia Bonet, teniente de alcalde de Urbanismo del actual gobierno municipal, con el PSC en solitario.
“También BComú es responsable, en la pasada legislatura gobernaban juntos”, añadió Guillem Roma, de ERC, que reclamó transparencia para saber exactamente qué error ha llevado a que tan poco después de estrenarse la nueva Pi i Margall el pavimento se muestre ya muy maltrecho.
“Llevamos desde enero pidiendo explicaciones, pero han tardado casi ocho meses en moverse”, reprochó Ismael Bayarri, del PP. La demanda del celebración del consejo extraordinario fue a petición de Junts y ERC, pero este viernes los populares compartieron posiciones con ellos.
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Laia Bonet relató que las obras para cambiar el pavimento por uno más resistente que permita el paso de buses y vehículos pesados comenzarán el 14 de julio y durarán seis semanas como mucho.
Bonet también pidió disculpas por lo ocurrido y aseguró que “corregir forma parte de gobernar”, pero como ha hecho desde el principio de esta historia le echó las culpas a sus antiguos socios, BComú. “En un contexto de debate sobre los ejes verdes, se acordó que por allí deberían pasar los autobuses, pero este acuerdo no se comunicó a los responsables de las obras”, reiteró. Según su versión, no hay otro camino que el Ayuntamiento asuma las consecuencias. No hay nada que reclamar a la empresa ejecutora de los trabajos.

Un perro, atento a la cámara, junto a uno de los agujeros de la calzada de Pi i Margall
Ana Jiménez
Y los comunes volvieron a discrepar. “Se tendría que reclamar a la empresa ejecutora, las obras están en garantía”, consideró Adriel Alchaval, que también se mostró en contra del cambio de pavimento para solucionar el problema porque asfaltar no es su modelo.
Un vecino y antiguo comerciante de la zona pidió el turno de palabra para reclamar apoyo al tejido comercial, que como los vecinos volverá a verse perjudicado por otras obras, y explicaciones claras de lo que ha pasado.