La calle Bonaire, en la Ribera, tiene una gran singularidad, pues vive en dos épocas muy diferenciadas. De un lado, se trata de una vía que transcurre actualmente desde el Born hasta la plaza de las Olles, pero tiene un segundo tramo que atraviesa el yacimiento arqueológico bajo el antiguo mercado central que aún muestra las huellas de la destrucción, al ser una de las afectadas por los derribos para construir la fortaleza de la Ciutadella tras la derrota de Barcelona en 1714.
Se podría decir que existe incluso un tercer tramo, pues el trayecto de la antigua calle Bonaire está también marcado sobre el pavimento de la actual plaza Comercial. De este modo, se puede observar la unión de ambos tramos, el del siglo XVIII y el actual. Esta calle es una de las que fueron más importantes de la Ribera hasta el derribo de sus edificios. El pavimento de adoquines ha quedado plenamente al descubierto en el yacimiento y todavía se conservan elementos de las viviendas y negocios que tuvo.

El segundo tramo de esta vía que atraviesa el yacimiento arqueológico bajo el antiguo mercado central
Xavi Casinos
Hasta su destrucción, la calle Bonaire fue uno de los centros comerciales de la Ribera anterior a 1714. Allí se instalaron sazonadores y blanqueadores, que aprovechaban el agua del Rec Comtal, cuyo cauce transcurría a pocos metros. También contaba con un local en el que se practicaba el trinquete, un juego en el que se utilizaban raquetas. También se erigía la conocida como Casa de la Neu, donde se vendía hielo, que se almacenaba en el sótano. También era famosa por los tenderos llamados adroguers, que vendían de todo: chocolate, caramelos, tabaco, especies, vino, café e incluso productos exóticos venidos de lugares lejanos como la India y América. Se celebraba, asimismo, un carnaval muy popular en la época.
El tramo de Bonaire que se salvó de los derribos, porque quedó fuera de la zona de seguridad alrededor de la Ciutadella, es hoy una calle de morfología muy similar a las del resto de la zona, peatonal y que se cruza con la del Rec y sus singulares porches.