
Carlos Márquez Daniel
Barcelona
Faltan menos de dos años para las próximas elecciones municipales –mayo de 2027– y Barcelona en Comú todavía no tiene candidato oficial para disputarle al PSC la alcaldía. Lo que sí está un poco más claro es cuál será el run run del mensaje con el que quieren seducir el electorado: hace falta un “frente amplio de las izquierdas transformadoras”, hay que recuperar la Barcelona “prisionera de las cesiones del PSC a las élites” y hay que huir de la “especulación, la contaminación y la masificación turística”.
El congreso de Barcelona en Comú ha celebrado este sábado la primera de dos jornadas destinadas a “repensar” la capital catalana en un tiempo, ha dicho Janet Sanz, presidenta del grupo municipal en el Ayuntamiento, de “indignación ante los casos de corrupción que vienen de un partido que dice ser de izquierdas y progresista”. “Estamos enfadadas y decepcionadas”, ha aseverado, para dejar claro que los comunes son distintos; el partido “de la transparencia y la honestidad”.
Urtasun participará este domingo en la clausura del congreso de los comunes, que siguen sin candidato para 2027
Para los amantes de las casualidades políticas, el congreso de BComú se celebra en las Cotxeres de Sants, el lugar en el que, el 15 de marzo de 2015, se proclamó de manera oficial la candidatura que Ada Colau capitaneó en las elecciones del 24 de mayo de ese año. La exalcaldesa, presente en el cónclave, sigue sonando como candidata para los comicios de 2027, pero también afloran nombres como los de Jaume Asens, Ernest Urtasun o la propia Sanz, que tiene el escollo de que el siguiente sería su cuarto mandato bajo estas siglas, cosa que no aprueba el código ético de los comunes.

Sanz y Tarafa, este sábado, durante el congreso de los comunes
Tsun Ho
El ministro de Cultura será uno de los protagonistas de la jornada de este domingo, un cierre en el que también se espera el concurso del diputado Gerardo Pisarello (exconcejal en Barcelona), la edil Jess González, el portavoz Max Cahner y la coordinadora y también concejal Gemma Tarafa, que fue la responsable de Salud durante el covid. El o la cabeza de cartel puede estar en esta lista. Pero, disculpen el poco rigor, también puede que no esté y que se opte, por poner un ejemplo, por personas como Jaime Palomera, uno de los impulsores del Sindicat de Llogateres.
Sea quien sea, llevará escrito en la frente que este es un “partido sin un solo caso de corrupción” y que hay que “frenar a la ultraderecha”. Por todo ello, los comunes tienen previsto una serie de encuentros con la sociedad civil, entidades, movimientos sociales y formaciones políticas con objeto de “impulsar un frente popular de las izquierdas transformadoras”. Quién cargará el estandarte, eso ya se verá.