La mayoría de los pacientes son adultos mayores (con dos niños menores de nueve años) residentes en los departamentos de Chiquimula, Jutiapa, Jalapa, Suchitepéquez, Quiché y Santa Rosa, detalló la cartera sanitaria en un comunicado.
Los dos primeros concentran el 65 por ciento de las muestras positivas en humanos, acotó en el registro con fecha de corte 22 de junio último, mientras reiteró el llamado a la población a reforzar las medidas de prevención.
Sugirió cubrir adecuadamente cualquier herida, mantener el cuidado personal y del hogar, protegerse en ambientes de campo y acudir al servicio de salud más cercano ante cualquier lesión sospechosa.
Recordó que esta enfermedad no es contagiosa ni se transmite entre personas, “el gusano barrenador solo puede afectar a humanos o animales cuando la mosca adulta deposita sus huevos sobre una herida abierta y sin higiene”.
El acumulado en el ganado ascendió mil 353 casos desde que saltaron las alarmas en Guatemala el 29 de octubre de 2024, con 356 entre perros (336), gatos (15) y aves (cinco).
Según el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), la presencia del gusano se extendió fuera de la principal zona ganadera del país y solo Huehuetenango, de 22 departamentos, aparece como el único sin registrarlo.
Este territorio centroamericano decretó una alerta nacional a causa del brote de esta plaga después de 20 años sin registro y con el retorno de la parasitosis a la región.
Desde el primer caso hace casi nueve meses los reportes crecieron, no obstante a inspección y control en distintos puntos, capacitación de personas para la detección y liberación de moscas estériles en zonas infestadas.
Datos del MAGA dan cuenta de que en Guatemala la masa ganadera la conforman millón 700 mil cabezas, divida entre vacuno y lechera.
En la década del 70 del siglo XX este gusano provocó pérdidas económicas superiores a los 100 millones de dólares al año en el sur de Estados Unidos y México.
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