Los vecinos que viven en la esquina de la Diagonal con paseo Sant Joan ya han asumido que cada día se les va la luz. La única duda que tienen al levantarse es si será por la mañana o por la tarde. Desde hace diez días, los sufren cada jornada. Son cortes reiterados y largos, aunque su duración es indeterminada. A veces son dos horas, otras veces son tres…, y en el caso más extremo del martes de la semana pasada acumularon 36 horas sin luz, desde el martes a las once de la mañana hasta el miércoles a las once de la noche.
No es un caso aislado, pero la cosa no va por barrios, ni tan siquiera por calles. No hay un patrón concreto. Los cortes que se multiplican estas semanas de tanto calor se dan en bloques de pisos concretos, que se quedan sin luz y si los vecinos asoman la cabeza por la ventana pueden escuchar cómo funcionan los aparatos de aire acondicionado de la finca colindante.
En los últimos días ha sucedido en el Eixample, en Sant Gervasi, en Camp de l’Arpa, en Sants, en Les Corts… Y fuera de la capital catalana, también se han dado varios incidentes en l’Hospitalet, Badalona y Santa Coloma. Los puntos de las averías van activándose por el mapa de todo el área metropolitana de manera casi aleatoria.
Todo esto tiene lugar en un momento del año con los aires acondicionados y los ventiladores funcionando a pleno rendimiento en unas casas cuyos ocupantes aún no se han ido de vacaciones, y con los restaurantes y los establecimientos de las plantas bajas también consumiendo grandes recursos energéticos. La semana pasada, de hecho, a la vez que se alcanzaba el récord de temperatura –tanto de día como de noche–, también se registraba el pico de máximo consumo eléctrico en la ciudad de Barcelona en lo que va de año.
Endesa niega que se puedan atribuir a sobrecargas de la red todas las averías que se están produciendo
Aunque lo lógico sería atribuirlo a sobrecargas de la red eléctrica por la demanda disparada, fuentes de Endesa niegan que esa sea siempre la causa que hay detrás de esta problemática. Reconocen, eso sí, un aumento puntual de las incidencias durante los últimos días si se compara con otros momentos del año y lamentan las molestias que provocan entre unos usuarios más susceptibles que nunca después del apagón general del 28 de abril y la necesidad inaplazable de climatización para soportar las altas temperaturas en el interior de los hogares.
La solución a las averías acaba llegando en la mayoría de los casos después de unas horas o unos días, aunque situaciones como la de paseo Sant Joan se están cronificando. Fuentes de la compañía eléctrica explican que se debe a una avería latente en una línea de baja tensión y que “cuando se detecta alguna anomalía actúan los fusibles y desconectan la línea”. Sucede lo mismo que cuando algún electrodoméstico falla en casa y hace saltar el diferencial por seguridad, pero en este caso a gran escala, afectando a varias comunidades de vecinos, así como a los establecimientos comerciales de las plantas bajas, en algunos casos con neveras llenas de productos frescos que se echan a perder.
Los técnicos tienen identificada la avería pero no han localizado todavía el origen. Desde hace unos días rastrean sobre un terreno acotado en qué punto exacto de la infraestructura subterránea puede estar el problema. Cuando lo encuentren, abrirán una zanja y lo arreglarán en pocas horas. Hasta entonces, la compañía asegura que está redirigiendo los tramos de vecinos afectados a otras líneas para evitar los recurrentes cortes. Aún así, una pareja de ancianos que vive en un sexto piso vive con tal incertidumbre que no se atreven a coger el ascensor cuando hay luz por miedo a que se vaya otra vez.
Los vecinos de Muntaner han convivido seis días con unos generadores que funcionaban a trompicones
Mejor suerte han corrido en la calle Muntaner, entre la ronda General Mitre y la plaza Adrià. Allí han tenido instalados unos generadores en la calle Herzegovina para suplir una falta de suministro que empezó el lunes por una avería en dos centros de transformación y se alargó hasta el sábado. Cuando Endesa vio que la incidencia no tenía fácil solución, trasladó los grupos electrógenos al lugar, pero daban una tensión tan poco estable que se desconectaron poco después. El jueves por la tarde, cuando los vecinos ya llevaban cuatro días sin luz, se instalaron unos generadores más grandes que resolvieron el problema de manera temporal. Finalmente, el sábado se actuó sobre la red de distribución para solucionar la incidencia y se recuperó la normalidad.

Unos generadores en la calle Herzegovina han suplido la falta de luz durante varios días en diversas fincas de la calle Muntaner
Àlex Garcia
Entre los vecinos cunde el malestar por quedarse sin luz en plena ola de calor, pero lo que más les irrita es la falta de información. “Es flagrante, llamas al teléfono de las averías y no te explican nada pese a que la situación se alarga desde hace días, hay una insensibilidad manifiesta ante los vecinos”, lamenta uno de los afectados de la calle Muntaner. Las quejas sobre las pocas explicaciones recibidas por parte de la compañía también son comentario habitual en la comunidad afectada de paseo Sant Joan.
Junto a estos grandes casos, se reproducen otros más pequeños que se van dando por la ciudad. Pueden ser puntuales, como el que hubo en Consell de Cent este fin de semana. O más recurrentes, como los que sufren una pareja con un bebé en su finca de Les Corts, donde ya empiezan a considerar rutinario que se les vaya la luz por la noche durante un rato cada dos o tres días.
En la calle Bertran, en Sant Gervasi, una vecina de 80 años expresa cierto alivio al comprobar que el problema no está solo en su calle. “Llevamos muchos días con cortes de luz. Primero sales al rellano y ves que el edificio no tiene luz. Luego vas al balcón y ves que hay edificios que no están a oscuras. Lo bueno es que dura poco, media hora como mucho, y ya no le das más importancia, pero llevamos así muchos días”.
El fraude eléctrico también influye
Cuando los técnicos de Endesa se dirigieron a un bloque de pisos de la calle Gelabert, en Les Corts, pensaron que sería otra avería más en la zona. Pero aquí los fusibles no habían saltado por ninguna sobrecarga, sino que el motivo era una conexión ilegal a la red eléctrica. El propietario de una vivienda de la finca había reconvertido su piso en un apartamento turístico ilegal que alquilaba por habitaciones. Todas ellas tenían su correspondiente aparato de aire acondicionado y junto a los electrodomésticos estaban enchufados a la red directamente de manera irregular. El propietario trató de defender su apaño armado con un palo con el que amenazó a los técnicos. Cuando llegó la Guardia Urbana, se encerró en casa y se negó a salir. Los técnicos aprovecharon para desactivar los suministros ilegales y restablecieron la luz al resto de los vecinos.
Los numerosos casos de vecinos que se quedan sin luz de manera más o menos recurrente ya han llegado al Ayuntamiento de Barcelona, “que está haciendo seguimiento de la cuestión”, según indican fuentes municipales. Desde el gobierno municipal de Jaume Collboni recuerdan que tanto la red como el servicio de suministro eléctrico son competencia de Endesa y que es la empresa quien está gestionando las incidencias, pero “compartiendo la información con el Ayuntamiento, como hace habitualmente”.
Con más contundencia se han expresado los alcaldes de Badalona y Santa Coloma de Gramenet, que se han dirigido a Endesa para mostrarle su malestar por la situación y pedirle tanto explicaciones como una solución urgente a los recurrentes cortes de los últimos días.