En 2015 no hubo primarias porque nadie podía hacer sombra a Ada Colau, por entonces portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. Para las elecciones de 2019, la ya alcaldesa se disputó el cartel electoral con el diplomado en Enfermería Alberto Reyes. Y en 2023, la exactivista no tuvo rival y volvió a liderar la contienda. De cara al 2027, el partido ya ha generado rostros de sobra para poder llenar una lista. Quizás por eso, en el primer congreso de la formación celebrado este fin de semana se ha orillado el personalismo y se ha optado por moldear el mensaje que debería permitirles “recuperar Barcelona”. Será a principios de 2026 cuando, en unas primarias, se elegirá el tándem que encabezará la candidatura. Hay aspirantes de sobra, pero todavía no han dado el salto. Que empiecen los juegos del hambre.
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Carlos Márquez Daniel

El I Congreso de Barcelona en Comú, celebrado este fin de semana en las Cotxeres de Sants, ha sido un buscado regreso al pasado. Todos los ponentes han destilado aires de movimiento social, de rebeldía, de deseo de romper con el statu quo. Pero claro, no es lo mismo venir del mundo asociativo que ser ministro, concejal o diputado. Aún así, ha abundado la llamada a esculpir un “frente amplio” que suponga un “reencuentro de las izquierdas”. Una invitación a entidades y otros partidos del mismo corte para que se unan a ellos y así salir de la “Barcelona prisionera de Jaume Collboni, que ha entregado la ciudad a las élites”.

Sanz, durante su discurso en el I Congreso de Barcelona en Comú, este domingo, en las Cotxeres de Sants
Mane Espinosa
Las primarias se convocarán a finales de año y se celebrarán entrado 2026, cuando faltará menos de año y medio para las elecciones de mayo de 2027. Los aspirantes deberán presentarse por parejas. En el caso de resultar ganadores, elegirán los tres siguientes asientos de la lista electoral. En el capítulo de hoy de coincidencias odiosas, cinco eran los ediles que solía conseguir ICV antes de la irrupción de los comunes en la escena política. A partir del asiento número seis, la designación se hará también con primarias para dotar al equipo de la máxima pluralidad posible.
Este domingo era el día grande del congreso. Nadie ha dado un paso adelante, pero claro, en función de quién saliera a pronunciar un discurso, resultaba más fácil iniciar el juego de las quinielas. Han hablado, entre otros, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun; la presidenta del grupo municipal, Janet Sanz, y el diputado Gerardo Pisarello. A destacar, sin embargo, la ausencia de Ada Colau, que el sábado sí se pasó por el cónclave de BComú. Quizás sea la única posible aspirante a la que no le hace falta ni presentación, ni altavoz, ni bombo ni platillos.
Airbnb, Amazon, Foment, Aena o Agbar no quieren que tengamos el poder porque somos la respuesta a sus abusos”
Janet SanzPresidenta del grupo municipal de BComú
Se intuye en todos los discursos la voluntad de volver a los orígenes del partido, cuando esto era una tabula rasa sin nada que perder y mucho que ganar. Urtasun ha recordado que Barcelona en Comú es un partido con cero corrupción. “A algunos les ponen querellas -en referencia a las múltiples demandas a Colau- y a otros les sobornan. Así que estamos orgullosos de las querellas”, ha resumido. Ha censurado la ampliación del aeropuerto (lo han hecho todos de manera vehemente), ha blandido el plan de ejes verdes del mandato anterior y ha animado a recuperar la Barcelona de 1991, cuando el no a la guerra en las calles, ha recordado, llegó a incomodar al gobierno de George Bush.

Jess González, Ernest Urtasun, Janet Sanz, Gerardo Pisarello, Gemma Tarafa y Max Cahner, en las Cotxeres de Sants, este domingo
Mane Espinosa
Sanz ha trazado el discurso más de ciudad, prometiendo, incluso, que si ganan las elecciones de 2027, el aeropuerto no se ampliará. En ese afán de desempolvar los orígenes, ha listado los enemigos de la causa: gente que compra pisos pero no vive en ellos, propietarios que convierten comercios de barrio en tiendas de souvenirs o los que desahucian a familias con hijos, como a su modo de ver puede suceder en Vallcarca, donde el consistorio tiene pendiente el desalojo de tres fincas. Pero ha ido un poco más allá: “Gente como Airbnb, Amazon, Foment, Aena o Agbar no quieren que tengamos el poder porque somos la respuesta a sus abusos”.