Economía
En el país se han hecho tres pruebas en vehículos para el uso de etanol mezclado con gasolina.
El uso de etanol en Guatemala está legislado en una mezcla de E10, que significa que tiene un 10% de etanol y el resto combustible fósil. (Foto Prensa Libre: )
Gamaliel Zambrano, director del Centro de Procesos Industriales e Ingeniería Química de la Universidad del Valle de Guatemala (UVG) indicó que una se efectuó en el 2010, otra en el 2015 y la más reciente, en el 2020.
En esta última se probó la mezcla en 34 vehículos de diferentes modelos, marcas, kilometrajes y con distintos tipos de uso y cantidad de kilómetros recorridos en ese plazo.
En el 2015, el programa escogió qué vehículos se usarían, pero en el 2020 se abrió la convocatoria para que las personas, instituciones y empresas interesadas en participar con sus autos pudieran hacerlo.
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Se hicieron varias pruebas a las unidades sin uso de etanol, luego con una mezcla del 5% (E5) y posteriormente, al 10% (E10).
Zambrano explicó que se registró una baja de emisiones de gases en las unidades. Con el E5 hubo 24% menos de CO₂ y con el E10 la disminución fue de 32%.
También encontraron que, para los vehículos más antiguos, el rendimiento mejoraba. Por ejemplo, unidades que hacían de 30 a 32 kilómetros por galón subían a 33 o 34, agregó. También mencionó que hubo vehículos sin catalizador que mejoraron notablemente.
Abordaje integral
Consultado acerca de cuestionamientos de sectores que afirman que el uso de etanol puede corroer algunas partes de los automotores y motocicletas, Zambrano indicó que en las pruebas también se hicieron análisis desde el punto de vista mecánico. Refirió que con las mezclas E5 y E10 los resultados no arrojaron información negativa.
En las pruebas del 2020 hubo incluso un vehículo modelo 1992 que tenía alrededor de 400 mil kilómetros recorridos. Además, se usaron modelos nuevos, pertenecientes a varios ministerios, con tres mil y cinco mil kilómetros recorridos. Incluso importadores de vehículos colocaron unidades para hacer análisis. En el 2015 hubo cinco motocicletas en la prueba y en el 2020 hubo dos.
Zambrano considera que todos tienen derecho a opinar, y que son los importadores quienes deberían dar a conocer la información, responder desde el punto de vista técnico y explicar con exactitud si ocurre algún daño o no.