Eugenia “La China” Suárez volvió a convertirse en el centro de todas las miradas. Horas después de publicar un extenso descargo en redes sociales, donde habló de supuestas adicciones y de la falta de compromiso paterno de Benjamín Vicuña, la actriz se encontró con un móvil del programa A la Tarde (América TV) mientras ingresaba al aeropuerto de Ezeiza. Allí, visiblemente seria pero tranquila, respondió a casi todas las preguntas de los cronistas antes de embarcar rumbo a Turquía junto a Mauro Icardi.

“¿Por qué necesitas hablar ahora?”, le consultaron. Sin rodeos, La China explicó: “Porque a veces las cosas son muy injustas”. La actriz dijo sentirse aliviada tras manifestar públicamente su versión del conflicto: “Sí, me siento aliviada. Me era súper necesario”.
Cuando le preguntaron si le dolía no poder viajar con sus hijos más pequeños, fue contundente: “Voy un par de días y vuelvo a buscarlos de todos modos. Tengo una reunión importante, así que no es que no voy para siempre, como dicen”. También aclaró que no existió ninguna negativa formal de su ex: “No me tiene que dejar, los dos tenemos un permiso. Así como viajan con él a Chile las dos veces que fueron, también viajan conmigo. Estuvo siempre todo bien, pero no pasa nada”.

Sobre las declaraciones de Vicuña —quien aseguró que se siente dolido por la exposición mediática— y el apoyo que recibió de Pampita, La China eligió no polemizar más: “Yo ya dije todo lo que tenía que decir… ya no me sorprendo de nada”.
En medio del revuelo mediático, la actriz se mostró amable con la prensa pero insistió en que no se considera parte de “ningún juego mediático”: “Yo no juego nada, no sé por qué dicen juego mediático”.
Consultada sobre su relación actual con Nicolás Cabré, el padre de su hija mayor, aseguró que tienen “muy buena comunicación”, en contraste con el vínculo distante que atraviesa con Vicuña.

La exprotagonista de Casi Ángeles también se permitió un momento para mirar hacia adelante y contar que tiene nuevos proyectos: “Se están por estrenar dos series, por suerte”, comentó con una sonrisa antes de ingresar a la zona de embarque.
La tensión entre La China y Benjamín Vicuña escaló en los últimos días luego de que ella compartiera un fuerte comunicado en sus redes, donde aseguraba: “Elige hablar públicamente de mis supuestas falencias como madre y de mi vida privada pero omite contar sus adicciones y violencia”. Según contó en declaraciones reciente, sintió que llegó a un límite: “Hay un punto donde no podés callarte más”.
Por lo pronto, mientras la polémica sigue sumando capítulos, la actriz parece convencida de priorizar su versión de la historia y concentrarse en su presente laboral y sentimental. “Estoy tranquila”, repitió varias veces ante los micrófonos.