Es el décimo libro de Liliana Odano, más conocida entre la niñez barilochense como la Abu Lili. En agosto empezará la ronda de presentaciones.
La Abu Lili y su más reciente producción.
No hay mucha gente en Bariloche que tenga 10 libros en su haber, pero la Abu Lili lo hizo de nuevo. Con ese alias cariñoso conocen en los jardines y escuelas de esta ciudad a Liliana Odano, quien acaba de recibir la encomienda que todo escritor/a aguarda: la de su lanzamiento más reciente. Se trata de “Nuevas fábulas de la Patagonia”, la más flamante serie de relatos que se inspiran en la fauna regional y su medio ambiente, siempre con alguna enseñanza para compartir.
Grata excusa entonces para que se renovara el contacto entre Liliana y El Cordillerano. “Escribir fábulas es dedicarse a un género especial, exigente y apasionante”, confió la autora, quien además de idear y redactar las aventuras de sus personajes, ilustra sus andanzas. “Este último libro es el cuarto de este género”, recordó. En la sucesión de fábulas, se alternan habitantes de la estepa y de los bosques.
En efecto, una de las fábulas se titula “Un chinchillón y un piche”. En su transcurso, los personajes “logran construir una verdadera amistad a pesar de sus diferentes hábitos, demostrándonos que a través de la empatía siempre es posible ponernos en el lugar del otro y comprenderlo mejor”, destacó Abu Lili. En otra de las tramas, “Un chucao y un monito del monte”, los protagonistas “luchan para vencer la arrogancia de Nerón, un chucao que se niega a ser ayudado, convencido de que no necesita a nadie, transformándose finalmente en una bella historia de amor”.
El piche y el chinchillón.
Claro que antes de desplegar cada relato, la autora debe introducirse un tanto en el universo de cada animalito. “Para poder escribir cada una de mis fábulas fue necesario investigar, leer mucho, observar con detenimiento el mundo que nos rodea, descubrir detalles que puedan disparar una historia” y “aprender a amar a cada ser de nuestra fauna y flora”, corroboró Liliana. “Estamos rodeados de un universo infinito de seres que, cada uno a su manera, colabora para hacer de este un mundo mejor”, consideró.
Quizá haga falta recordar que la escritora inició su trayectoria con otra figura entrañable. Desde entonces hasta hoy, por más diferentes que sean las respectivas aventuras, hay puntos que relacionan a sus 10 producciones. “Entre cada uno de los personajes de mis libros, partiendo de la maravillosa Brujita Alegría -que lucha intensamente para que aprendamos a amar y respetar nuestro planeta- pasando por Los duendes de los abrazos y Los duendes de la cascada, hasta cada uno de los personajes de mis fábulas, entre todos ellos existe algo invisible que los une, hilos que se entretejen con magia y amor: todos nos enseñan a amar a nuestro planeta y a respetarlo”, subrayó Abu Lili.
Amor entre chucaos.
Desde ya, la primera en acceder a esas enseñanzas es la propia autora. “A mí, particularmente, escribir estas historias, dibujarlas, representar cada personaje, cada lugar tal como nace dentro mío y contarlas en las escuelas y bibliotecas, me abre puertitas en el alma por donde entra el inmenso caudal de amor que los niños me devuelven”, señaló. “O sea, mis historias y los niños, construyen un nuevo mundo en el que me cobijo y soy feliz”.
Como Liliana Odano empezó a publicar hace ocho años, es decir, no hace tanto, compartió la reflexión que sigue: “evidentemente nunca es tarde para alcanzar los sueños, no existe límite de edad para ello”, corroboró. Aquella encomienda a la que hacíamos referencia llegó en coincidencia con el receso invernal, pero apenas se reanude el ciclo lectivo, Abu Lili retomará su costumbre de alegrar las rutinas escolares.
“Tengo una agenta bastante ocupada con presentaciones en las escuelas”, confirmó. “Ya para agosto tengo casi todas las fechas ocupadas, pero para mí no es agobiante, es maravilloso poder acercarme a los niños y maestros y compartir mis obras. ¿Qué más puedo pedir?”, compartió. Fuera de los ámbitos escolares, resulta que “Nuevas fábulas de la Patagonia” recién “acaba de llegar a mis manos. Aún no tengo fecha de presentación, pero sí algunas propuestas. Creo que será muy pronto”, aventuró. El chinchillón, el piche, el chucao y el monito del monte esperan su turno.