Julio Cittadini, productor de Punta Tombo, apuesta a la cría de burros para consumo humano. Busca habilitar un matadero y promover esta carne por su calidad, bajo impacto sanitario y resistencia a depredadores.
Una iniciativa poco común comenzó a tomar forma en Chubut: la cría de burros para producción de carne con fines comerciales. La impulsa Julio Cittadini, productor del establecimiento “Guillermina” en la zona de Punta Tombo, quien busca habilitar un matadero para formalizar la actividad.
Una alternativa frente al avance de los depredadores
Cittadini explicó que la decisión surgió tras abandonar la producción ovina, afectada por la presencia de pumas y zorros. “El burro no tiene depredadores naturales y, de hecho, enfrenta al puma. Hay videos que muestran cómo defienden su territorio”, explicó en diálogo con Radio Chubut.
Hoy cuenta con 100 burros, 70 de ellos hembras, y planea avanzar de forma gradual con el proyecto.
Alta calidad y proyección comercial
“La carne de burro tiene muy buen sabor y calidad, incluso mejor que la de guanaco”, afirmó Cittadini. Si bien su consumo es habitual en algunas regiones del norte argentino —especialmente en chacinados—, la apuesta es por su desarrollo en la Patagonia.
Además de la carne, destacó el potencial del cuero: “China lo compra y puede tener un valor mayor al de la carne”. La leche de burra, en cambio, no forma parte del plan productivo en esta etapa.
Un modelo con sustentabilidad y bajo riesgo sanitario
Según el productor, los animales se faenan entre los 18 y 24 meses, con un esquema similar al del ganado vacuno. También remarcó que no presentan mayores desafíos sanitarios: “Cuando mucho, requieren antiparasitarios”.
En cuanto a densidad productiva, explicó que un campo con capacidad para 1.000 ovejas puede sostener alrededor de 200 burros, lo que lo convierte en una opción viable para campos abandonados o de bajo uso productivo.
Gestiones en marcha y apoyo institucional
El proyecto ya cuenta con gestiones ante el Ministerio de Producción de Chubut para obtener la habilitación del matadero y avanzar con la comercialización legal.
Cittadini confía en que se superará cualquier barrera cultural: “El burro fue un animal clave como medio de transporte. Hoy puede tener una segunda oportunidad como recurso productivo”.