Entre los participantes había luteranos, anglicanos, metodistas, ortodoxos, bautistas y pentecostales. Los participantes descubrieron en las ponencias las claves para comprender las circunstancias contextuales de Nicea y su relación con la historia actual de los creyentes.
El Dr. Marcelo Schneider, miembro del personal del CMI encargado de comunicación y relaciones eclesiales y ecuménicas, presentó los saludos del secretario general del CMI y participó en una mesa redonda sobre el legado de Nicea para las relaciones ecuménicas en la actualidad.
“Para nosotros, los cristianos comprometidos con el ecumenismo, Nicea sigue siendo tanto un recordatorio como una inspiración. Es la prueba de que, incluso ante profundos desacuerdos, la iglesia primitiva encontró la manera de unirse, discernir la verdad y articular una visión común”, afirmó. “Todos estamos agradecidos al ver que las conversaciones aquí iniciadas abren nuevas posibilidades de encuentros ecuménicos en una región marcada por el distanciamiento en el ámbito del compromiso ecuménico en los últimos años”.
Una constante en el orden del día de la reunión de América Latina y el Caribe fueron los momentos de trabajo en grupo, y estos permitieron abundantes encuentros que revelaron un interés compartido por actualizar y encarnar el legado de Nicea; no como una reliquia doctrinal, sino como una fuente viva para la misión, la comunión y el testimonio cristianos en el mundo actual.