La serie Menem llegó esta semana al catálogo de Prime Video y desde su estreno no dejó de provocar repercusiones y controversias. La producción recrea los hechos más relevantes de la vida política y personal de Carlos Saúl Menem, una de las figuras más determinantes de la Argentina de los años noventa.
Con Leonardo Sbaraglia en el papel principal, el proyecto se presentó como un retrato de la época que marcó transformaciones económicas, sociales y culturales profundas, pero no tardaron en aparecer voces críticas que cuestionan la versión que ofrece sobre aquellos años.

Entre los primeros en manifestar su disconformidad estuvo Zulemita Menem, hija del ex presidente. En declaraciones al diario La Nación, dejó en claro su desacuerdo con la propuesta de la serie. “No voy a mirar la serie, porque por lo poco que vi es un relato ficcionado de una historia que todos conocemos”, expresó con contundencia. La empresaria señaló que, a su criterio, el enfoque elegido por los creadores de la ficción distorsiona sucesos reales y agrega elementos que no ocurrieron. “Hay situaciones que jamás sucedieron. Es una versión de los productores y no refleja la verdad de lo que vivimos”, insistió.
Zulemita también remarcó que la serie no contó con el aval ni la participación de la familia Menem. Según su testimonio, ningún integrante de su círculo cercano fue consultado para dar su visión sobre los acontecimientos que se narran. “Es una producción independiente que responde a intereses ajenos a los nuestros”, subrayó.
En los primeros episodios, Menem repasa el desembarco del dirigente riojano en la política nacional, su asunción en 1989 en medio de la crisis hiperinflacionaria, y varios momentos de su vida privada que en su momento ocuparon horas de televisión y tapas de diarios. Precisamente ese cruce entre lo público y lo íntimo es uno de los puntos que genera incomodidad entre los allegados al ex presidente, que sostienen que muchos detalles fueron “novelados” sin sustento real.

La serie, creada por Mariano Varela y dirigida por Ariel Winograd, tiene como uno de sus atractivos principales la interpretación de Leonardo Sbaraglia. El actor reconoció que se preparó durante meses para encarnar al líder político y que su desafío fue “buscar su humanidad” sin caer en la caricatura. A lo largo de ocho episodios, la historia avanza sobre momentos emblemáticos de la década del noventa, como la convertibilidad, la privatización de empresas estatales, la explosión de la televisión y la farándula que orbitaba alrededor del poder.
Aunque la ficción aclara que está inspirada en hechos reales pero incluye recursos dramatúrgicos, las críticas de Zulemita volvieron a poner sobre la mesa la discusión sobre hasta dónde pueden llegar las producciones biográficas a la hora de mezclar realidad y fantasía. Para la hija del ex presidente, no se trata solo de un matiz creativo sino de un relato que, según ella, “no hace justicia” a la historia familiar.
Mientras la serie continúa generando debate, muchos espectadores la consideran una oportunidad de revisar un período complejo y contradictorio de la historia argentina. Otros, como Zulemita, prefieren tomar distancia y dejar en claro su rechazo. “No todo lo que se cuenta ocurrió como lo muestran”, concluyó, sin dejar dudas de su posición.