Se llevó a cabo, como cada año, la donación de sangre y registro de donantes de médula ósea en el Colegio Santo Tomás de Aquino de Ramos Mejía.
En ese sentido, Rodrigo Veiga, rector del secundario y Flavio Serafini, vicedirector, destacaron la alta adhesión que tuvieron a la convocatoria, con más de 70 personas que de manera voluntaria se acercaron a colaborar. Las autoridades valoraron el gesto de “empatía” en tiempos donde reina el “individualismo”. Desde la institución buscan que los alumnos reproduzcan “este gesto solidario” en sus vidas.
Flavio Serafini, Gabriela Peirano y Rodrigo Veiga
El colegio llevó a cabo la actividad junto a la Asociación “El Ejército de Alejito” cuya responsable, Gabriela Peirano, realiza este trabajo humanitario en memoria de su hijo, Alejo. El pequeño a los cinco años enfermó de leucemia y falleció porque no se consiguió un donante compatible.
“Antes de irse me dijo dos palabras: ´ayudar y dar´ y cerró los ojos para viajar al arcoíris. A los tres meses de su fallecimiento yo empecé con esta tarea”, evocó la mujer.
Para ser donante de sangre se necesita tener entre 16 y 65 años, pesar más de 50 kilos y contar con buen estado de salud. En tanto, para ser potencial donante de médula ósea las condiciones son las mismas, pero a partir de los 18 años. La extracción es sencilla.
Por otro lado, el Colegio Santo Tomás de Aquino, en su nivel secundario, participa del Proyecto OEA, los Torneos Juveniles Bonaerenses y planifica el viaje educativo a la provincia de Entre Ríos, entre otras actividades.