El entrenador del París Saint-Germain, que cayó derrotado en la definición de este domingo, fue uno de los protagonistas de los cruces que se generaron al final del partido.
Foto: CHRISTOPHER NEUNDORF/EFE.
Redacción El País
El Mundial de Clubes cerró su telón con un campeón de Europa y un escándalo que dejó al fútbol internacional sorprendido. La final entre Chelsea y Paris Saint-Germain terminó con una imagen que nada tuvo que ver con lo más destacado del juego: Luis Enrique, entrenador del equipo francés, perdió el control y fue protagonista de una agresión tras el cierre del partido.
Chelsea se impuso con autoridad por 3-0, con un primer tiempo demoledor: doblete de Cole Palmer, a los 22’ y 30’, y el tercero de Joao Pedro, a los 43’, justo antes de que se terminara el primer capítulo. De esta manera, encaminó un título que no dejó lugar a la discusión.
Sin embargo, el resultado pasó a segundo plano en el cierre, cuando el técnico español, visiblemente afectado por la derrota, se dirigió enfurecido hacia el atacante brasileño, autor del tercer gol de la tarde. Todo pasó mientras los jugadores del Chelsea festejaban el triunfo sobre el campo de juego del Metlife Stadium.
Foto: AFP.
Tal y como pudo verse en las imágenes televisivas, Luis Enrique salió de su zona técnica, intentó agarrar del cuello a Joao Pedro y luego lo agredió en el rostro, lo que provocó que el brasileño se cayera al suelo. El incidente no fue a mayores porque rápidamente intervinieron jugadores y cuerpo técnico de ambos equipos para separar y calmar la situación.
Por el momento, ni el PSG ni el propio Luis Enrique se manifestaron públicamente sobre lo sucedido, aunque se espera que en las próximas horas haya un comunicado oficial al respecto. Ya varios medios españoles se hicieron eco de lo sucedido.
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