Cada vez que despegas de un aeropuerto y aterrizas en otro o pasas por cualquier aeropuerto importante, podrías estar anunciando inadvertidamente la existencia de la humanidad a civilizaciones extraterrestres que se encuentran hasta a 200 años luz de distancia.
Una nueva investigación revela que los sistemas de radar que mantienen seguros nuestros cielos están transmitiendo simultáneamente poderosas señales a las profundidades del espacio, señales que podrían servir como anuncios cósmicos de nuestra propia existencia.
Ramiro Caisse Saide, estudiante de doctorado de la Universidad de Manchester, dirigió la investigación que examinó cómo la «fuga electromagnética oculta» de la Tierra aparecería ante extraterrestres equipados con radiotelescopios similares al nuestro, informa Science Alert.

Los hallazgos, presentados en la Reunión Nacional de Astronomía de la Real Sociedad Astronómica, sugieren que hemos estado transmitiendo accidentalmente señales detectables de tecnología inteligente, durante décadas.
Las cifras son asombrosas
Los sistemas de radar de aeropuertos de todo el mundo se combinan para enviar señales de radio con un total de 2×10¹⁵ vatios, lo suficientemente potentes como para ser detectadas por telescopios comparables al Telescopio Green Bank en Virginia Occidental, a una distancia de 200 años luz.
Para poner esto en perspectiva, ese rango de detección abarca más de 120.000 estrellas, incluidos mundos potencialmente habitables que podrían albergar civilizaciones extraterrestres con tecnología similar a la nuestra, indica Science Alert.
Pero no se trata sólo de la aviación civil; los sistemas de radar militares crean una firma aún más distintiva, al producir haces enfocados y direccionales que barren el cielo como faros y alcanzan emisiones máximas de alrededor de 1×10¹⁴ vatios en direcciones específicas.
El concepto de tecnofirmas ha revolucionado la búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI).
Mientras que el SETI tradicional se centra en detectar señales deliberadas de civilizaciones extraterrestres, esta investigación invierte la perspectiva: ¿qué señales no intencionales podríamos estar filtrando y qué fugas similares podríamos detectar de otros mundos?
La investigación examinó cómo se verían las emisiones de radar cuando se observaran desde sistemas estelares cercanos, incluida la estrella de Barnard (a 6 años luz de distancia) y AU Microscopii (a 32 años luz de distancia), utilizando simulaciones sofisticadas de cómo las señales se propagan a través del espacio a lo largo del tiempo, dice Science Alert.

Los resultados revelan patrones distintos que dependen tanto de la distribución global de las instalaciones de radar como de la ubicación del observador en relación con la Tierra.
Este trabajo se basa en investigaciones previas de Saide que demuestran que las señales de las torres de telefonía móvil pueden detectarse hasta a 10 años luz de distancia. Los radares de aeropuertos alcanzan una distancia mucho mayor, ya que estos sistemas están diseñados específicamente para escanear continuamente grandes volúmenes de espacio aéreo.
El efecto combinado crea una firma de radio que varía a medida que la Tierra gira, con diferentes instalaciones de radar que aparecen y desaparecen desde la perspectiva de un observador extraterrestre, informa Science Alert.
Para los investigadores de SETI, esto representa una estrategia de búsqueda diferente. En lugar de solo escuchar mensajes intencionales, los científicos ahora pueden buscar el desgaste tecnológico de las civilizaciones en sus actividades cotidianas, gestionando el tráfico aéreo, realizando operaciones militares o manteniendo la infraestructura de una sociedad espacial.
La investigación sugiere que las señales de radar, producidas involuntariamente por cualquier planeta con tecnología avanzada y sistemas de aviación complejos, podrían actuar como una señal universal de vida inteligente.
Esta universalidad es clave, ya que cualquier civilización lo suficientemente sofisticada como para desarrollar viajes aéreos y tecnología de radar probablemente produciría firmas electromagnéticas similares, indica Science Alert.
Próxima Centauri b, el exoplaneta más cercano
El exoplaneta potencialmente habitable más cercano, Próxima Centauri b, se encuentra a tan solo 4,2 años luz de distancia, lo cual se encuentra dentro del rango de detección de nuestra fuga de radar. Si existen extraterrestres allí con tecnología similar a la nuestra, podrían ya estar al tanto de nuestra presencia.
De manera similar, si existen civilizaciones comparables alrededor de cualquiera de las miles de estrellas en un radio de 200 años luz, pronto podríamos detectar también su radar de aeropuerto.

Como concluye Saide, este trabajo «apoya tanto la búsqueda científica para responder a la pregunta ‘¿Estamos solos?’ como los esfuerzos prácticos para gestionar la influencia de la tecnología en nuestro mundo y más allá», dice Science Alert.
La próxima vez que aborde un vuelo, recuerde que su viaje podría ser visible para nuestros vecinos al otro lado de la Galaxia.
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