Las pequeñas cosas las que mantienen vivo el amor y ahora una psicóloga ha revelado un truco simple que puede hacer que la pareja se sienta un 20 por ciento más feliz.
Aunque compartir el lavado de platos puede parecer un gesto menor, los expertos dicen que puede tener un impacto sorprendentemente positivo.
La doctora Hannah Lawson, que tiene más de 12 años de experiencia en asesoramiento de relaciones y psicología conductual, dijo que quienes lavan los platos juntos a menudo dicen sentirse más cercanos, más respetados y, en general, más felices.
Y explicó que trabajar en equipo en esta tarea cotidiana fomenta la equidad, el trabajo en equipo y un sentido de asociación, lo que aumenta la felicidad de las parejas hasta en una quinta parte en promedio.
«Cuando comparten incluso las pequeñas tareas, se demuestran mutuamente que son iguales. Y eso es a menudo mucho más poderoso que los grandes gestos románticos. Cuando la tarea de lavar los platos se deja en manos de una sola persona se pueden generar sentimientos de resentimiento o desequilibrio», dijo.
Sin embargo, compartir las tareas y estar uno al lado del otro significa que las parejas pueden hablar sobre su día, coordinar planes o simplemente pasar momentos tranquilos juntos sin interrupciones.
También puede generar confianza al fortalecer la certeza de que cada persona puede confiar en los demás, incluso en las cosas más mundanas.
Otros beneficios
Otros beneficios incluyen mantener la cocina más limpia, disuadir plagas como hormigas y moscas y enseñar a los niños a ver el trabajo en equipo en acción.
«Trabajar juntos puede incluso ahorrar agua al consolidar el lavado de platos en un esfuerzo conjunto. Piénselo como un pequeño ritual diario que le recompensa con confianza, respeto y una conexión emocional más fuerte», afirmó Lawson.
Esta tarea cotidiana fomenta la equidad, el trabajo en equipo y un sentido de asociación (VistaCreate).Algunos consejos para comenzar a lavar platos compartido incluyen alternar quién lava y quién seca y poner música para hacerlo más agradable.
Tratarlo como una rutina diaria, en lugar de un castigo, también puede ayudar, dijo Lawson.
Y por muy tentador que sea, trate de evitar criticar el estilo del otro.
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