El arcoíris de siete colores, producto de la simultaneidad de la lluvia con el sol, es una postal habitual cuando -como se suele decir- “se casa una vieja”. O simplemente, cada vez que las nubes escurren las últimas gotas de un chaparrón mientras el sol no oculta su ansiedad de volver a salir. Pero en las últimas horas los meteorólogos de Villa Gesell tuvieron la oportunidad de registrar un fenómeno climático mucho menos frecuente: un arcoíris completamente blanco, también conocido como arcoíris de niebla.
Así lo destacó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), que además explicó por qué se produce este efecto visual que, en realidad, es algo así como un arcoíris que no ha terminado de desarrollar sus parábolas multicolores y, en cambio, las ha reemplazado por una única franja ancha y blanquecina.
La imagen en cuestión fue tomada en la mañana de este lunes en la estación meteorológica de Gesell. Según el SMN, “normalmente, un arcoíris tiene muchos colores vibrantes. Esto pasa cuando la luz del sol atraviesa gotas de lluvia grandes que actúan como pequeños prismas, separando la luz en todos sus colores. Pero con los arcoíris de niebla, la cosa cambia. La niebla está hecha de gotas de agua que son muchísimo más pequeñas que las de lluvia. Son tan diminutas que no separan la luz de la misma forma”.
El organismo dependiente del Ministerio de Defensa agregó que “en vez de ver todos los colores, la luz se dispersa y se mezcla, haciendo que el arcoíris se vea, la mayoría de las veces, de color blanco. Sin embargo, en ocasiones se puede notar un borde muy sutil de color rojizo por fuera y uno azulado por dentro”.
Este tipo de arcoíris puede ser posible cuando existe una alta concentración de humedad, fenómeno que se da con mayor intensidad durante las mañanas. En los últimos días los valores matutinos de humedad relativa superaron el 90 por ciento. Este escenario pronto quedará atrás, cuando un nuevo frente frío del Sur atraviese la provincia de Buenos Aires y vuelva a traer marcas mínimas que oscilarán por las mañanas los 5 grados.

De todos modos, según se prevé, esta nueva irrupción del frío que se sentirá partir del próximo jueves no sería tan potente como la se sintió entre fines de junio y principios de julio, ya que se pronostica una gran amplitud térmica, con máximas que llegarían a los 18 grados. De manera que la temperatura media redondeará un valor superior al habitual para la época.
Será la despedida para este coletazo de la niebla que irrumpió con severidad fuera de lo normal sobre todo durante la semana pasada, para afectar buena parte de la zona central del país, al punto de que en el AMBA provocó trastornos en el transporte y en el desplazamiento por las rutas.
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